Aquel que pueda predecir asà sucesos futuros, insta el profeta, debe poder poseer la verdadera divinidad. El que no puede, no tiene derecho a ese honor; porque la predicción de eventos futuros depende del conocimiento previo seguro de esos eventos; pero esa presciencia sólo puede concebirse en el entendimiento de ese Soberano Gobernante, cuya providencia está sobre todas las cosas. Toda esta sección, excepto la parte consoladora, se emplea para probar esto; y el profeta más bien hizo uso de este argumento, porque el paganismo se enorgullecÃa tanto de sus falsas profecÃas y oráculos. AquÃ, entonces, Dios se exhibe como apareciendo en público, y preparándose para disputar con los idólatras por su verdad y gloria; y, por tanto, las islas y los pueblos, todas las naciones del mundo, están convocados para defender su causa; y se ordena un silencio espantoso, según las formas observadas en los tribunales de justicia: tanto en este versÃculo como en el versÃculo 21, las expresiones y las ideas se toman de esos tribunales. La frase,Que el pueblo renueve sus fuerzas, significa: "Que se preparen y salgan a la causa, dotados de toda la fuerza de los argumentos y la razón que sean capaces de adquirir".
No hay nada en este pasaje de difÃcil interpretación. En el versÃculo noveno, en lugar de llamarte de sus principales hombres, Vitringa dice, llamarte de sus lados: una expresión que bien denota Mesopotamia o Caldea, y se usa para ella en Jeremias 6:22 ; Jeremias 31:8 IsaÃas 41:14 .
No temas, gusano Jacob. Tenemos aquà una nueva exhortación consoladora; lo cual me refiero, dice Vitringa, al pueblo de Cristo, mezquino, afligido, despreciado, tal como lo eran al comienzo mismo del reino de Cristo entre los judÃos. La disposición del discurso del profeta nos lleva a esto; porque comienza con un nuevo tÃtulo y promete una nueva bendición al pueblo afligido. El profeta pasa de la afligida iglesia de los Macabeos a la apostólica; entre los cuales hay a menudo una conexión tan estrecha, que lo que se dice de los Macabeos en la carta, debe entenderse de los apóstoles y evangelistas en el espÃritu. Nuestro Señor, en su discurso a sus discÃpulos, Lucas 12:32 parece referirse a este pasaje: que contiene una direccióna la iglesia afligida, conforme a su estado, con exhortación a la confianza, IsaÃas 41:14 .
La razón de esa exhortación, extraÃda primero de la presente ayuda de Dios, como redentor de su iglesia, âmedio de IsaÃas 41:14 . En segundo lugar, de cierto efecto notable de la ayuda divina, que debe superar toda expectativa humana, IsaÃas 41:15. â Donde las ideas se toman de los instrumentos de trilla, y el modo de trilla que se utiliza en el este, de lo que ya hemos hablado; y el significado es que este pueblo afligido y despreciado no solo debe enfrentarse a sus adversarios apoyado por la fuerza del mundo; no sólo debe sostener su violencia, sino que, asistido por la gracia divina, debe obtener la herencia del mundo; debe someter naciones grandes y poderosas a su Rey y Señor; y de esa misma manera y respeto en que eran enemigos del reino de Dios, debÃan abatirlos y reducirlos a la nada. Ver 2 Corintios 10:4 . Esta profecÃa, creemos, aún no se ha completado COMPLETAMENTE.
Produce tu causaâ El profeta aquà regresa a la parte de donde se habÃa desviado, y hace un discurso similar al del primer versÃculo, al que nos referimos.
1. Un desafÃo dado a los idólatras, para probar su causa ante Dios; o, como algunos sugieren, el asunto de la controversia aquà pretendida es el poder divino y la divinidad del Redentor, del que se habla en el capÃtulo anterior, que los herejes, antiguos y modernos, han negado, a quienes se cita para presentar su evidencia; aunque el primer sentido parece más natural. Se establece el tribunal, se envÃa la citación, se proclama el silencio, se llama a los acusados ââde idolatrÃa a declarar y se les asegura una audiencia justa si se atreven a llevar el asunto a una tribu.
Nota; (1.) Es posible que rara vez desafiemos a los enemigos de la religión de Jesús a hacer lo peor, ya que su oposición dará lugar a una mayor confusión. (2.) Las verdades del Evangelio soportarán el más estricto escrutinio; Aquellos que lean con mayor atención sus Biblias y sopesen los argumentos que allà se exponen, no se conmoverán ante las miserables cavilaciones de la infidelidad.
Información bibliográfica Coke, Thomas. "Comentario sobre Isaiah 41". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://studylight.org/commentaries/spa/tcc/isaiah-41.html. 1801-1803.
Introducción
Dios discute con su pueblo sobre su misericordia para con la iglesia, sobre sus promesas y sobre la vanidad de los Ãdolos.
Antes de Cristo 712.
LA disputa contra la idolatrÃa continúa de la sección anterior, y aquà consiste en un caso doble: en el primero de los cuales, tenemos, primero, el discurso del Dios verdadero que llama a los idólatras a disputar con él, IsaÃas 41:1 . En segundo lugar, un argumento que produce para convencerlos del error, IsaÃas 41:2 cuyo argumento se toma de cierto ilustre para ser levantado por Dios, cuya apariencia y atributos se enumeran IsaÃas 41:2 y la consecuencia de ella; a saber, la maravilla de los idólatras, IsaÃas 41:5 . En tercer lugar, se agrega un apóstrofe consolador, dirigido al afligido pueblo de Dios, y confirmando tres artÃculos; el primerodirigido a la iglesia cerca de la época de los Macabeos; IsaÃas 41:8 .
El segundo, a la iglesia de los tiempos apostólicos; pequeño y despreciable al principio, pero a punto de vencer al mundo, IsaÃas 41:14 . El tercero, a la iglesia cristiana afligida en los primeros dÃas del Evangelio; IsaÃas 41:17 . La segunda instancia, dirigida contra los idólatras, contiene también, 1. Una dirección, convocándolos a disputar, IsaÃas 41:21 . IsaÃas 41:2 . El argumento en sà mismo, la predicción de ciertos eventos futuros de gran momento; que se propone en general, IsaÃas 41:22y es instado por el ejemplo singular de Ciro a ser levantado por Dios, y predicho por el profeta IsaÃas, IsaÃas 41:25 ; IsaÃas 41:3 . La conclusión, IsaÃas 41:29 .
VersÃculo 1
Guarde silencio, etc.â Toda esta sección, relacionada con la anterior, constituye la cuarta parte del discurso. El profeta, teniendo en cuenta la subversión de la idolatrÃa bajo el MesÃas, tenÃa en la sección anterior, de IsaÃas 41:18Argumentó contra la idolatrÃa, desde la esencia y naturaleza de Dios, el Supremo Creador y Gobernante del mundo, siendo tal que no puede ser representado por ninguna materia o figura corpórea. A esta disputa añadió un consuelo, dirigido al pueblo de Dios, desde el versÃculo 27 hasta el final del capÃtulo anterior. Por lo tanto, después de este paréntesis consolador, continúa o renueva su disputa contra los idólatras con un argumento tomado de la presciencia cierta de Dios y la predicción de los eventos futuros: del cual elige al notable respecto a Ciro, como el libertador del pueblo de Dios y destructor de Babilonia: un evento completamente desconocido para los Ãdolos e idólatras, y, por lo tanto, un asombro para las naciones; y, sin embargo, un evento que Dios predijo hace mucho tiempo exactamente en cada circunstancia por nuestro profeta.
Aquel que pueda predecir asà sucesos futuros, insta el profeta, debe poder poseer la verdadera divinidad. El que no puede, no tiene derecho a ese honor; porque la predicción de eventos futuros depende del conocimiento previo seguro de esos eventos; pero esa presciencia sólo puede concebirse en el entendimiento de ese Soberano Gobernante, cuya providencia está sobre todas las cosas. Toda esta sección, excepto la parte consoladora, se emplea para probar esto; y el profeta más bien hizo uso de este argumento, porque el paganismo se enorgullecÃa tanto de sus falsas profecÃas y oráculos. AquÃ, entonces, Dios se exhibe como apareciendo en público, y preparándose para disputar con los idólatras por su verdad y gloria; y, por tanto, las islas y los pueblos, todas las naciones del mundo, están convocados para defender su causa; y se ordena un silencio espantoso, según las formas observadas en los tribunales de justicia: tanto en este versÃculo como en el versÃculo 21, las expresiones y las ideas se toman de esos tribunales. La frase,Que el pueblo renueve sus fuerzas, significa: "Que se preparen y salgan a la causa, dotados de toda la fuerza de los argumentos y la razón que sean capaces de adquirir".
VersÃculos 2-4
Quien resucitó al justo, & c. Quien resucitó al justo del oriente; ¿Lo llamó para que asistiera a sus pasos? Sometió naciones delante de él; y le dio dominio sobre reyes? Los hizo como polvo delante de su espada; ¿Y como rastrojo arrastrado delante de su arco? Los persigue; pasa seguro; por un camino nunca antes pisado con sus pies. ¿Quién hizo e hizo estas cosas, llamando a las varias generaciones desde el principio? YO JEHOVÃ, el primero; y con el ultimo soy el mismo.Lowth. Todo el mundo ve que estas palabras están tan conectadas con las precedentes que contienen el argumento impulsado por Dios en prueba de su divinidad. El argumento está tomado de cierta gran obra y efecto de la divina Providencia, bien conocida por aquellos con quienes se mantiene la disputa: cuyo efecto parece ser una obra divina, y no puede atribuirse a ninguna otra causa que no sea el Dios de Dios. Israel, muestra abundantemente que el honor de la verdadera divinidad le pertenece a él y sólo a él.
Esta gran obra de la divina Providencia es el levantamiento de cierto ilustre personaje del oriente, célebre por su justicia, equidad y prosperidad; quien libró guerras notables, conquistó a sus enemigos e hizo otras cosas extraordinarias aquà entendidas. Todos estos atributos pertenecÃan exactamente a Cyrus; y no puede haber duda de que aquà se refiere a él, a partir de una comparación de los siguientes pasajes de nuestro profeta; IsaÃas 41:25 ; Cap. IsaÃas 45:1 ; IsaÃas 45:13 e IsaÃas 46:11 que suplen el lugar de un comentario. Ver Vitringa. Podemos simplemente señalar que el profeta aquÃ, como es muy habitual, habla del futuro en tiempo pasado.
VersÃculos 5-7
Las islas lo vieron, etc.â El obispo Lowth traduce el séptimo versÃculo, El tallador animó al herrero; el que alisa con martillo, el que golpea en el yunque; diciendo de la soldadura, es bueno; y fija el Ãdolo con clavos, para que no se mueva.Tenemos aquà la consecuencia de levantar a este prÃncipe ilustre, a saber, el vano e infructuoso intento de los idólatras de obstaculizar los efectos de su aparición, la demolición de Babilonia y sus Ãdolos, que el profeta describe de manera viva, exponiendo el vanidad de hombres supersticiosos animándose unos a otros a hacer esos Ãdolos en los que tan miserablemente depositaron su confianza. Aprendemos de la historia que nada podrÃa ser más grande que la consternación de las naciones por la expedición de Ciro, y particularmente después de su victoria de Creso.
VersÃculos 8-13
Pero tú, Israel, etc.El profeta se une aquà a su reproche de las naciones, un consuelo para el pueblo de Dios, extraÃdo del mismo argumento, como también lo habÃa hecho en la sección anterior. Vea el análisis de este capÃtulo. Para comprender plenamente este consuelo, es necesario observar que el escenario de esta exhortación debe fijarse en medio del perÃodo entre el regreso del pueblo de Dios de Babilonia y la manifestación del Hijo de Dios. A esta iglesia, afligida, débil y luchando con la adversidad, que, después del regreso del destierro, en medio de apuros y dificultades, esperaba la redención de Israel y el cumplimiento de las excelentes promesas dadas a los padres, pertenece este consuelo: y, de hecho, se adapta especialmente a las aflicciones de aquellos tiempos, cuando AntÃoco oprimÃa tanto a Judea en particular; y está bien unida a la profecÃa anterior sobre Ciro; un evento maravilloso, bien calculado para sostener sus esperanzas y convencerlos de la verdad y el poder de su Dios.
No hay nada en este pasaje de difÃcil interpretación. En el versÃculo noveno, en lugar de llamarte de sus principales hombres, Vitringa dice, llamarte de sus lados: una expresión que bien denota Mesopotamia o Caldea, y se usa para ella en Jeremias 6:22 ; Jeremias 31:8 IsaÃas 41:14 .
VersÃculos 14-16
No temas, gusano Jacob. Tenemos aquà una nueva exhortación consoladora; lo cual me refiero, dice Vitringa, al pueblo de Cristo, mezquino, afligido, despreciado, tal como lo eran al comienzo mismo del reino de Cristo entre los judÃos. La disposición del discurso del profeta nos lleva a esto; porque comienza con un nuevo tÃtulo y promete una nueva bendición al pueblo afligido. El profeta pasa de la afligida iglesia de los Macabeos a la apostólica; entre los cuales hay a menudo una conexión tan estrecha, que lo que se dice de los Macabeos en la carta, debe entenderse de los apóstoles y evangelistas en el espÃritu. Nuestro Señor, en su discurso a sus discÃpulos, Lucas 12:32 parece referirse a este pasaje: que contiene una direccióna la iglesia afligida, conforme a su estado, con exhortación a la confianza, IsaÃas 41:14 .
La razón de esa exhortación, extraÃda primero de la presente ayuda de Dios, como redentor de su iglesia, âmedio de IsaÃas 41:14 . En segundo lugar, de cierto efecto notable de la ayuda divina, que debe superar toda expectativa humana, IsaÃas 41:15. â Donde las ideas se toman de los instrumentos de trilla, y el modo de trilla que se utiliza en el este, de lo que ya hemos hablado; y el significado es que este pueblo afligido y despreciado no solo debe enfrentarse a sus adversarios apoyado por la fuerza del mundo; no sólo debe sostener su violencia, sino que, asistido por la gracia divina, debe obtener la herencia del mundo; debe someter naciones grandes y poderosas a su Rey y Señor; y de esa misma manera y respeto en que eran enemigos del reino de Dios, debÃan abatirlos y reducirlos a la nada. Ver 2 Corintios 10:4 . Esta profecÃa, creemos, aún no se ha completado COMPLETAMENTE.
VersÃculos 17-20
Cuando los pobres y los necesitados buscan aguaâ AquÃ, según mi hipótesis, dice Vitringa, se describe el estado de la iglesia cristiana afligida, después de su feliz comienzo; particularmente bajo Nerón, quien fue el primer perseguidor público de los cristianos. Una vez que los israelitas salieron de Egipto y pasaron el Mar Rojo,Vagando durante tres dÃas en el desierto, tenÃan una gran escasez de agua, con la que Dios les suministró milagrosamente. Tal fue el caso de la primera iglesia cristiana: separados de la comunión del imperio romano, y del judaÃsmo corrupto, ese Egipto espiritual, pronto quedaron expuestos a una variedad de males e inconvenientes, como los judÃos después de haber salido de Egipto. Alejados de la comunión de paganos y judÃos, parecÃan, por asà decirlo, a punto de perecer en el desierto; como temieron los israelitas después de haber salido de Egipto. Y asà como el Mar Rojo fue presentado por primera vez a los israelitas, y parecÃa con sus olas a punto de tragarlos, asà también lo fue con los primeros cristianos en el perÃodo al que se alude; Me refiero a la sangrienta persecución de Nerón, que amenazaba con la destrucción total del cristianismo.
En este momento, no es de extrañar que la mente de muchos se desanimara: en gran ansiedad y angustia, vagando por este desierto de los gentiles, no encontraron agua; es decir, ningún consuelo del estado romano o de la comunión de los judÃos. Fueron acosados ââpor todos lados por enemigos; expuestos a su odio, envidia y heridas, después de que una vez se les abrió la puerta de la persecución. Tenemos un pasaje paralelo, Salmo 107:4 ; Salmo 107:43 . Este, por tanto, es el significado de la frase, El pobre y el necesitado buscan agua, y no hay;que no debe tomarse de manera absoluta, sino en un sentido restringido; asÃ, "Que fueron reducidos a tal estado, que no pudieron disfrutar de la comunión de Cristo en sus asambleas, con esa libertad y consuelo que esperaban y deseaban". Ver Salmo 63:2 .
La frase, se les acaba la lengua, o se seca de sed, denota el gran calor de las aflicciones que sufrieron en el perÃodo al que se hace referencia, cuando Dios llamó a su iglesia a caminar a través del fuego; ch. IsaÃas 43:2 . Dios les promete, primero, en general, que escuchará sus oraciones y no las abandonará; IsaÃas 41:17 y, en segundo lugar, que la iglesia no sea destruida por esta y otras persecuciones, sino que sea sostenida por su providencia y gracia; de modo que, al fin, todo el desierto del Imperio Romano, en el que la iglesia entonces vagaba sedienta y perseguida,deberÃa convertirse en un jardÃn; es decir, deberÃa abrazar la religión cristiana; y una abundancia de creyentes deberÃa producir frutos espirituales. El profeta une el efecto de esta obra de gracia, IsaÃas 41:20 .; lo cual deberÃa ser, un reconocimiento universal, que esta obra de transformar el imperio romano en la iglesia y el jardÃn de Dios, fue obra del Todopoderoso. ¿Y quién, en verdad, puede ver la finalización de esta profecÃa en la conversión de la Roma pagana, sin reconocer que la mano del Señor ha hecho esto? Ver Vitringa.
VersÃculo 21
Produce tu causaâ El profeta aquà regresa a la parte de donde se habÃa desviado, y hace un discurso similar al del primer versÃculo, al que nos referimos.
VersÃculos 22-24
Que los saquen a la luz: Dios, enseñando a su pueblo el método correcto de disputar contra los idólatras, saca un argumento y lo impulsa fuertemente, a partir de la predicción segura de contingencias futuras de gran momento, en su conexión y orden, y en su coherencia con cosas anteriores y posteriores. A quien pueda hacer esto, por el juicio del Dios verdadero mismo, no se le puede negar el honor de la divinidad. El que no puede, es absurdamente adorado y estimado como un dios. Vitringa traduce el versÃculo 22: Que los saquen y nos muestren lo que sucederá. Muéstranos lo que sucederá primero, para que los consideremos y conozcamos su último resultado; o bien, muéstranos lo que vendrá dentro de mucho tiempo. En lugar de eso, podemos estar consternados, IsaÃas 41:23 podemos leer,para que podamos investigarlo; e IsaÃas 41:24 he aquÃ, sois menos que nada, etc.
VersÃculos 25-28
He levantado uno del norte: El profeta cambia su argumento general por uno particular; repitiendo y exhortando con más fuerza el ejemplo de Cyrus, que produjo al comienzo de este discurso. Se dice que Ciro se levantó del norte, cuando llegó con su ejército desde Media, que estaba al norte de Babilonia y Judea; y del oriente, IsaÃas 41:2 o salida del sol, como venÃa de Persia, que estaba al oriente de Judea y Babilonia. Fue de ese paÃs que vino a Media. También podemos observar que su padre era persa y su madre una meda. De su edicto en favor de los judÃos se desprende claramente que invocó el nombre,o reconoció la verdad, del Dios de Israel: y no puede haber duda de que de Daniel y otros, quienes fueron célebres en su tiempo, aprendió más acerca del Dios de Israel. Vea Daniel 6:28 .
El versÃculo 26 es un discurso sencillo para los supuestos adivinos y profetas entre los paganos; ninguno de los cuales habÃa podido predecir este evento, que Dios por medio de su profeta habÃa predicho ciento setenta años por lo menos antes de que sucediera. Vea a Joseph. Antiq. lib. 2: gorra. 1. El obispo Lowth traduce este versÃculo: ¿Quién ha declarado esto desde el principio para que lo sepamos? y de antemano, para que podamos decir que la predicción es cierta? Hay una gradación notable al final del versÃculo, donde el profeta dice: "No hay quien claramente prediga, o lo exponga ante nuestros ojos; es más, no hay quien lo haga para ser escuchado; quien difunda alguna fama o informe de ello: SÃ, no hay quien oiga tus palabras;ninguno que oiga el menor sonido o susurro de ti al respecto. "El significado del versÃculo 27 es que, cuando este evento llegara a su fin, Dios levantarÃa profetas y maestros, que deberÃan recordar a su pueblo lo que IsaÃas y los otros profetas habÃan predicho, diciendo: He aquÃ, he aquà que han sucedido las cosas, las buenas nuevas que IsaÃas y otros predijeron desde hace mucho tiempo.
Ver el cap. IsaÃas 21:6 . El versÃculo deberÃa traducirse, A Sion primero; He aquÃ, he aquÃ, ya Jerusalén daré un mensajero de buenas nuevas. El significado del versÃculo 28 es que Dios, por medio de sus profetas y maestros, habÃa mirado diligentemente a su alrededor y habÃa preguntado si habÃa alguno de los adivinos y profetas de las naciones que antes conocÃa o podÃa adivinar algo de este maravilloso evento; pero no se pudo encontrar a nadie; entre ellos reinaba un profundo silencio y una perfecta ignorancia. Incluso entre ellos, se refiere más particularmente a los astrólogos caldeos: ver cap. IsaÃas 44:25 .
VersÃculo 29
He aquÃ, todos son vanidad, confusión; he aquÃ, como todos ellos son vanidad, vanidad. Este versÃculo contiene la conclusión de toda la disputa; recogiendo de lo que ha sucedido antes, que los Ãdolos de quienes los caldeos y otros buscaban el conocimiento de los eventos futuros, eran falsos y vanos; ni para ser adorado ni temido; que no habÃa en ellos ni en sus adoradores nada de lo que depender; engañadores y engañados, indefensos, débiles y despreciables. Ver 1 Corintios 8:4 y Vitringa.
REFLEXIONES.â Primero, tenemos aquÃ,
1. Un desafÃo dado a los idólatras, para probar su causa ante Dios; o, como algunos sugieren, el asunto de la controversia aquà pretendida es el poder divino y la divinidad del Redentor, del que se habla en el capÃtulo anterior, que los herejes, antiguos y modernos, han negado, a quienes se cita para presentar su evidencia; aunque el primer sentido parece más natural. Se establece el tribunal, se envÃa la citación, se proclama el silencio, se llama a los acusados ââde idolatrÃa a declarar y se les asegura una audiencia justa si se atreven a llevar el asunto a una tribu.
Nota; (1.) Es posible que rara vez desafiemos a los enemigos de la religión de Jesús a hacer lo peor, ya que su oposición dará lugar a una mayor confusión. (2.) Las verdades del Evangelio soportarán el más estricto escrutinio; Aquellos que lean con mayor atención sus Biblias y sopesen los argumentos que allà se exponen, no se conmoverán ante las miserables cavilaciones de la infidelidad.
2. Menciona un ejemplo de su glorioso poder, al que los Ãdolos no pueden pretender. El hombre justo aquà descrito es Ciro; y lo que se debe hacer de aquà en adelante, en el lenguaje profético, se dice que ya se ha realizado. (1.) Cuando Dios nos llama a su pie, podemos comprometernos con seguridad a su guÃa, aunque el camino en el que se complace en guiarnos sea oscuro y el tema desconocido. (2.) Todos nuestros enemigos deben inclinarse ante nosotros, cuando el Señor es nuestra fuerza y âânuestro Redentor.
3. Representa la vana oposición de los idólatras. También muestra, [1.] Los celos del mundo y el diablo contra las infracciones de la religión. [2.] Que el corazón del pecador a menudo se exaspera por los medios que fueron diseñados para su conversión. Nota; ¡Cuán dispuestos están los malvados a unirse con los propósitos del mal! y ¿deberÃan los siervos del Dios bendito ser menos activos en su servicio?
4. Anima a su Israel a confiar en él. Tú, Israel, eres mi siervo y, siendo propiedad de él, ciertamente estarás protegido; Jacob, a quien he elegido, se separó para el servicio de Dios del mundo de los idólatras, la simiente de Abraham mi amigo, ese carácter elevado y honrado, y, por tanto, amado por causa de su padre; a quien tomé de los confines de la tierra, y te llamé de sus principales hombres, adonde fueron dispersados, y te dije: Mi siervo eres tú, te escogà y no te deseché, a pesar de todas sus provocaciones. . Y esto es más cierto también de la simiente espiritual, aquellos que se rinden para ser salvos por gracia y son fieles a la causa de Dios.
2º, Para silenciar los temores y alentar la fe y la esperanza del pueblo de Dios en sus angustias, están llamados a mirar a la roca que está más alta que ellos.
1. Dios, el Dios del pacto de ellos, está con ellos para fortalecerlos, ayudarlos y sostenerlos con la diestra de su justicia; y entonces, ¿de quién deben temer? Si se fortalece, ¿qué enemigo prevalecerá? Si ayuda, ¿qué mayor apoyo pueden necesitar? Si sostiene con su mano derecha, ¿quién los arrebatará? Nota; (1.) Si Dios, por su presencia y gracia, está continuamente con nosotros, entonces en cada prueba, bajo toda tentación, en la hora de la muerte y en el dÃa del juicio, debemos estar seguros. (2.) La fe en las promesas es el antÃdoto soberano contra todo temor.
2. Saldrán victoriosos sobre todos sus enemigos, para su gran alegrÃa. Enfurecidos como los enemigos del pueblo de Dios estaban contra ellos, buscando con implacable enemistad su ruina, la confusión los cubrirá, y, a pesar de lo poderosos que eran en el poder y la polÃtica, su fuerza fallará, sus planes serán defraudados, mientras que Israel triunfará, como un Trillo afilado, los batirá como el polvo, humillará a los más sublimes y humillará a los soberbios, y, esparciéndolos como paja ante el viento, se regocijará en la gran salvación de Dios aquà exhibida tan gloriosamente, que puede referirse literalmente a la victorias de los Macabeos; pero considera espiritualmente las conquistas del pueblo de Dios sobre los grandes enemigos de sus almas. Porque, por débiles que sean, como gusanos de Jacob, su Redentor es poderoso; y aunque la tierra y el infierno por fuera, y la corrupción por dentro, asustarlos y turbarlos, pero sus concupiscencias innatas más poderosas, asà como sus perseguidores más fuertes, Dios puede someterlos delante de ellos; y ciertamente será un dÃa de alegrÃa verlos caer.
Nota; (1.) Todo cristiano tiene una lucha difÃcil que mantener y hay muchos adversarios. (2.) El miedo suele acosarnos cuando nos vemos rodeados por todos lados y sentimos cuán impotentes somos para resistir a nuestros enemigos espirituales. (3.) Si Dios no estuviera en tales tiempos para hablar una palabra de consuelo a nuestras almas, debemos desmayar por completo. (4.) Aunque la contienda sea dura, la victoria es segura para el alma fiel. (5.) Cuanto mayores sean nuestros enemigos, más se magnificará el poder de Dios en nuestra liberación. (6.) Cualesquiera que sean las victorias que, mediante la gracia, podamos obtener, nuestra gloria debe estar en el Señor, no en nosotros mismos; la obra es suya, ya él hay que atribuirle el elogio.
3. En sus angustias más profundas, la gente encontrará en él una ayuda muy presente en los problemas. Cuando están oprimidos por la sed, claman, instantáneamente sus oraciones serán escuchadas y contestadas. De los lugares altos estallarán los arroyos, en los valles correrán las fuentes; el mismo desierto abundará en estanques y manantiales, y todo árbol hermoso y extenso brotará para albergarlos. Una obra tan maravillosa, que con asombro y sorpresa quisieran reconocer: Esto ha hecho Dios. Y este fue eminentemente el caso cuando, por la predicación del Evangelio, el mundo gentil escuchó y se volvió al Señor; y un cambio tan maravilloso se produjo en el corazón de los hombres, como si el desierto se hubiera vestido de árboles y pastos: y asà también toda persona verdaderamente convertida experimenta como su condición, cuando el EspÃritu de Dios renueva su corazón. [1. ] Se le describe como pobre y necesitado, consciente de sus profundas necesidades espirituales y su miseria. [2.] Grita y es escuchado; porque la oración es el aliento de un alma despierta.
[3.] Tiene sed del perdón de sus pecados, un sentido del favor divino y los apoyos de la gracia divina: ¡y he aquÃ! el Señor apaga su sed con vistas a la Sangre redentora; derrama en su corazón un sentido de su amor e implanta en su alma un principio vivo de gracia. [4.] Cuando este es el caso, todo el corazón cambia, el alma miserable y pecadora se vuelve pura, pacÃfica, celestial, santa, feliz. [5.] Este milagro de la gracia hace evidente el dedo de Dios; ya él sólo se le debe atribuir la alabanza de esta gloriosa obra.
En tercer lugar, el Señor, habiendo consolado a su pueblo, reanuda su controversia con los idólatras, sus enemigos.
1. Los desafÃa a que presenten sus argumentos, permitan que sus dioses se presenten y hablen por sà mismos; si tienen conocimiento o presciencia, que lo demuestren; si es poder, que lo ejerzan; ¿Pueden describir el pasado o predecir el futuro? ¿Hacen bien o mal a sus necios devotos? no menos importante: no son nada; una obra de vanidad; y justamente son considerados una abominación, los que abandonan al Dios viviente por tales deidades insensatas.
2. Dios declara su propia obra y diseño. Yo levanté a uno del norte, y vendrá; desde la salida del sol invocará mi nombre: esto debe ser interpretado por Ciro; por su padre, un medo; por su madre, persa; qué paÃses se extendÃan, uno al norte, el otro al este de Babilonia, a cuyos prÃncipes pisoteó como mortero, y proclamó la liberación, en el nombre de Dios, de los cautivos.
3. Dios, al predecir esto, los convence de la vanidad de los Ãdolos, que nunca podrÃan informarles de tales transacciones. El primero dirá a Sion: He aquÃ, he aquÃ, y yo daré a Jerusalén uno que traiga buenas nuevas: Ciro, quien dictó el edicto para su restauración; o el Señor Cristo, con su precursor Juan Bautista predicando el evangelio del reino: eventos, cualquiera de ellos a los que se refiera, acerca de los cuales los adoradores de Ãdolos nada previeron, ni tuvieron una palabra que alegar en vindicación de sus prácticas abominables. Evidentemente, sus Ãdolos demostraron ser meras vanidades, y sus imágenes, curiosamente fundidas, completamente inútiles e inútiles.