Y ella crió a uno de sus cachorros. Esto se refiere a Joacaz, quien descuidó seguir el buen ejemplo de su padre JosÃas y siguió las malas prácticas de sus inicuos predecesores. Vea su historia, 2 Reyes 23:32 ; 2 Reyes 23:37 .
Tu madre es como una vid, etc. Tu madre es como una vid plantada junto a las aguas. Houbigant. Otros lo leen: Tu madre es como la vid de tu viña. Tenemos aquà una segunda parte de este canto de duelo, que respeta a SedequÃas. Es más oscuro que el primero, posiblemente porque el profeta, hablando de lo que era futuro, pretendÃa expresarse de manera más oscura. La Escritura compara con frecuencia a Judea y al pueblo judÃo con una vid. Ver Houbigant y Calmet.
Y tenÃa varas fuertes; SedequÃas tenÃa muchos hijos, que eran como ramas que brotan del árbol del que habla aquà el profeta. Esta vid se exaltó y se complació con la multitud de sus sarmientos; SedequÃas se olvidó de Dios e imitó los crÃmenes de JoaquÃn, a quien la Escritura reprocha con orgullo, ambición, crueldad e injusticia.
Ver Jeremias 22:13 ; Jeremias 22:30 . En varios paÃses unen las enredaderas a los árboles, sobre los que se enrollan y corren muy alto. Ver Michaelis.
Y ahora está plantada en el desierto, o en la misma Judea, convertida en desierto. Houbigant. Otros comentaristas suponen que el profeta con esta expresión señala el estado del cautiverio judÃo en Babilonia. Ãl usa, como es frecuente con los profetas, el tiempo presente para el futuro, para denotar el cumplimiento seguro del evento.
En el cap. 17. El rey de Judea fue comparado con la rama más alta de un cedro; y el rey de Babilonia a un águila. Con igual decoro, en las dos hermosas parábolas de este capÃtulo se compara a Judea con una leona, y su rey con un cachorro de león; y el paÃs se vuelve a representar, bajo la imagen de una vid fecunda, ramificada y elevada.
Entonces las naciones se juntaron bajo el mando de Nabucodonosor, lo rodearon como a una bestia con fatigas, y fue hecho prisionero como un león en una fosa; Lo ataron con cadenas y lo arrojaron a la cárcel, donde probablemente murió rápidamente y fue arrojado a un muladar, ver Jeremias 22:18 y su rugido fue silenciado, no más el terror de los poderosos en la tierra de los viviendo.
2. Las mismas personas, comparadas antes con una leona y sus cachorros, se comparan aquà con una vid y sus pámpanos. 1. Tu madre, la nación judÃa, es como una vid en tu sangre, que, puesta desde la raÃz, se dice que contribuye a su fertilidad; plantado junto a las aguas, gozando de las mayores ventajas y privilegios; fue fecunda y llena de ramas a causa de muchas aguas, se hizo rica y populosa; y tenÃa varas fuertes para los cetros de los que gobiernan, muchos prÃncipes brotaron de ella, cuya dignidad era grande; o la familia real era numerosa, ya sea de JosÃas o de SedequÃas, a quien se puede referir; y su estatura fue exaltada entre las ramas tupidas,la nación de los judÃos era eminente y distinguida; y apareció en su altura con la multitud de sus ramas, particularmente en los dÃas gloriosos de David y Salomón, cuando eran la admiración de las naciones que los rodeaban. Pero,
Información bibliográfica Coke, Thomas. "Comentario sobre Ezekiel 19". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://studylight.org/commentaries/spa/tcc/ezekiel-19.html. 1801-1803.
Introducción
Lamentación para los prÃncipes de Israel bajo la parábola de los cachorros de leones apresados ââen una fosa; y para Jerusalén, bajo la parábola de una vid consumida.
Antes de Cristo 593.
VersÃculo 1
Lamentación por los prÃncipes de Israel : la expresión alude a los cantos tristes que se cantan en los funerales. Este capÃtulo pertenece a esa especie que el obispo Lowth llama "parábolas poéticas". El estilo en sà mismo es excelente y la alegorÃa bien sostenida. Houbigant, en lugar de prÃncipes, leerÃa después de la LXX, el prÃncipe; lectura que parecen respaldar las siguientes observaciones.
VersÃculo 2
¿Qué es tu madre? una leona: aquà se hace referencia a Jerusalén; los leones con los que estaba familiarizada, son los reyes de las naciones; los leoncillos que engendró son los prÃncipes sucesores del rey JosÃas, cuya vida y deshonra señala aquà el profeta.
VersÃculo 3
Y ella crió a uno de sus cachorros. Esto se refiere a Joacaz, quien descuidó seguir el buen ejemplo de su padre JosÃas y siguió las malas prácticas de sus inicuos predecesores. Vea su historia, 2 Reyes 23:32 ; 2 Reyes 23:37 .
VersÃculo 4
Las naciones también oyeron de él; pero cuando las naciones se unieron contra él, fue tomado, etc. y traÃdo con brida o garfio a la tierra de Egipto. Houbigant. Ver IsaÃas 37:29 y Vitringa, vol. 2: pág. 329.
VersÃculo 5
Luego tomó a otro de sus cachorros. Por esto se refiere a JeconÃas, quien fue colocado en el trono de Jerusalén por los judÃos. El carácter que el profeta da aquà de él, concuerda perfectamente con él y solo con él. Su crueldad y maldad se describen en Ezequiel 19:6 .
Ãxodo 24:8 y Jer. xxii y c. Su captura y cautiverio en Babilonia se expresan en Ezequiel 19:8 y en los otros libros de Escritura que hemos citado.
VersÃculo 7
Y conoció sus palacios desolados, y destruyó sus palacios. Houbigant, con los caldeos y LXX.
VersÃculo 8
En su foso : los árabes cavan un foso donde se observa que entran los leones; y, cubriéndola levemente con juncos o ramitas de árboles, con frecuencia los atraen con señuelos. Plinio se ha dado cuenta de la misma práctica. Shaw, 172. 4to.
VersÃculo 9
Y lo pusieron en la cárcel, etc.â Y habiéndole puesto una brida o un gancho, lo arrojaron a una cueva. Houbigant. Ver Ezequiel 19:4 .
VersÃculo 10
Tu madre es como una vid, etc. Tu madre es como una vid plantada junto a las aguas. Houbigant. Otros lo leen: Tu madre es como la vid de tu viña. Tenemos aquà una segunda parte de este canto de duelo, que respeta a SedequÃas. Es más oscuro que el primero, posiblemente porque el profeta, hablando de lo que era futuro, pretendÃa expresarse de manera más oscura. La Escritura compara con frecuencia a Judea y al pueblo judÃo con una vid. Ver Houbigant y Calmet.
VersÃculo 11
Y tenÃa varas fuertes; SedequÃas tenÃa muchos hijos, que eran como ramas que brotan del árbol del que habla aquà el profeta. Esta vid se exaltó y se complació con la multitud de sus sarmientos; SedequÃas se olvidó de Dios e imitó los crÃmenes de JoaquÃn, a quien la Escritura reprocha con orgullo, ambición, crueldad e injusticia.
Ver Jeremias 22:13 ; Jeremias 22:30 . En varios paÃses unen las enredaderas a los árboles, sobre los que se enrollan y corren muy alto. Ver Michaelis.
VersÃculo 12
Pero ella se levantó con furia: Nabucodonosor, irritado por la infidelidad de SedequÃas, quien, sin tener en cuenta su pacto, habÃa entrado en alianza con el rey de Egipto, vino y sitió Jerusalén, la tomó y dio muerte a la hijos de SedequÃas en presencia de su padre. Ver 2 Reyes 25:6 . Asà la vid fue arrancada, arrojada a la tierra, seca y consumida en el fuego. El fuego en las Escrituras normalmente denota guerra.
VersÃculo 13
Y ahora está plantada en el desierto, o en la misma Judea, convertida en desierto. Houbigant. Otros comentaristas suponen que el profeta con esta expresión señala el estado del cautiverio judÃo en Babilonia. Ãl usa, como es frecuente con los profetas, el tiempo presente para el futuro, para denotar el cumplimiento seguro del evento.
VersÃculo 14
Y ha salido fuego de la vara de sus ramas. Esto alude a Ismael, que conspiró contra GedalÃas y pereció poco después; de modo que no quedaba ninguna esperanza de que alguien de la sangre real de David reinarÃa en Jueces. Ver Jeremias 41:1 ; Jeremias 41:18 y Houbigant.
En el cap. 17. El rey de Judea fue comparado con la rama más alta de un cedro; y el rey de Babilonia a un águila. Con igual decoro, en las dos hermosas parábolas de este capÃtulo se compara a Judea con una leona, y su rey con un cachorro de león; y el paÃs se vuelve a representar, bajo la imagen de una vid fecunda, ramificada y elevada.
REFLEXIONES.â Primero, tenemos aquÃ,
1. El profeta mandó hacer una lamentación por los prÃncipes de Israel. Joacaz, Joacim, JeconÃas y SedequÃas, cuya triste historia proporcionarÃa abundante materia para su dolor. Nota; No solo debemos llorar con los que lloran, sino también con los que nunca derramaron una lágrima por sà mismos.
2. El Señor le indica qué decir. Bajo la figura de una leona y sus cachorros, describe el reino y los prÃncipes. La leona, la madre, es la tribu de Judá, voraz, fiera, llena de rapiña e injusticia; se acostó entre leones, se unió en afinidad con las naciones vecinas y contrajo alianzas con ellas. Ella alimentó a sus cachorros entre leones jóvenes, crió a los jóvenes prÃncipes en principios de poder arbitrario y opresión. Joacaz, uno de ellos, se convirtió en un cachorro de león, creció y se sentó en el trono de su padre JosÃas, aprendió a atrapar la presa y devoró hombres,ejerciendo el dominio más tiránico, y no perdonando ni las propiedades ni la vida de sus súbditos, como lo gobernaban su codicia, su rabia o su capricho. Las naciones también oyeron de él, qué opresión usó contra su pueblo, y qué designios estaba formando para someter a sus vecinos; y entonces los egipcios se abalanzaron sobre él, lo derrotaron y se lo llevaron preso a Egipto, donde murió.
Desesperado por su regreso, el pueblo judÃo hizo avanzar a Joacim al trono, con el consentimiento del faraón, y él siguió los inicuos pasos de su predecesor, igualmente hambriento, arbitrario y opresivo. Aprendió a atrapar la presa, devoró a los hombres, saqueó a sus súbditos y sacrificó sus vidas a su resentimiento. Y conoció sus palacios desolados, saqueándolos para descubrir los tesoros escondidos en ellos; y con su tiranÃa expulsó a sus súbditos de sus ciudades, e hizo la tierra desolada con su rugido, sin que sus vidas ni sus propiedades estuvieran más seguras.
Entonces las naciones se juntaron bajo el mando de Nabucodonosor, lo rodearon como a una bestia con fatigas, y fue hecho prisionero como un león en una fosa; Lo ataron con cadenas y lo arrojaron a la cárcel, donde probablemente murió rápidamente y fue arrojado a un muladar, ver Jeremias 22:18 y su rugido fue silenciado, no más el terror de los poderosos en la tierra de los viviendo.
2. Las mismas personas, comparadas antes con una leona y sus cachorros, se comparan aquà con una vid y sus pámpanos.
1. Tu madre, la nación judÃa, es como una vid en tu sangre, que, puesta desde la raÃz, se dice que contribuye a su fertilidad; plantado junto a las aguas, gozando de las mayores ventajas y privilegios; fue fecunda y llena de ramas a causa de muchas aguas, se hizo rica y populosa; y tenÃa varas fuertes para los cetros de los que gobiernan, muchos prÃncipes brotaron de ella, cuya dignidad era grande; o la familia real era numerosa, ya sea de JosÃas o de SedequÃas, a quien se puede referir; y su estatura fue exaltada entre las ramas tupidas,la nación de los judÃos era eminente y distinguida; y apareció en su altura con la multitud de sus ramas, particularmente en los dÃas gloriosos de David y Salomón, cuando eran la admiración de las naciones que los rodeaban. Pero,
2. Esta vid fue arrancada con furor. Después de haber provocado durante mucho tiempo a Dios con sus pecados, ya SedequÃas con su rebelión cumpliendo la medida de sus iniquidades, el paÃs fue completamente devastado por el ejército caldeo; las varas fuertes rotas, secas, quemadas; el rey, prÃncipes, magistrados, muertos o cautivos. Y ahora está plantada en el desierto, en un terreno seco y de treinta, llevada a Babilonia, donde sufrieron una dura servidumbre: o esto con respecto al remanente que quedó en Judea, que por los estragos del ejército caldeo se habÃa convertido en un desierto. Y fuego ha salido de la vara de sus ramas: la vara es SedequÃas, y su rebelión el fuego que consumió su fruto.el pueblo que pereció de hambre, pestilencia y espada durante el sitio de Jerusalén; de modo que no tiene vara fuerte que sirva de cetro para gobernar, siendo SedequÃas el último rey de la casa de David, hasta que vino el MesÃas. Esta es una lamentación y será por lamentación: las desolaciones pasadas fueron penosas; pero, en lugar de llegar a su fin, las generaciones venideras tendrÃan nuevos motivos para lamentar sus miserias.