1-7 Solo por orgullo viene la disputa, tanto con Dios como con el hombre. Prefirieron su propia sabiduría a la voluntad revelada de Dios. Los hombres niegan que las Escrituras sean la palabra de Dios, porque están resueltas a no conformarse a las reglas de las Escrituras. Cuando los hombres persisten en el pecado, acusan las mejores acciones a los malos motivos. Estos judíos abandonaron su propia tierra y se arrojaron fuera de la protección de Dios. Es la locura de los hombres, que a menudo se arruinan a sí mismos por esfuerzos equivocados para reparar su situación.
8-13 Dios puede encontrar a su pueblo donde quiera que estén. El Espíritu de profecía no se limitó a la tierra de Israel. Se predice que Nabucodonosor debe destruir y llevar cautivo a muchos de los egipcios. Así, Dios hace que un hombre malvado, o nación malvada, sea un azote y una plaga para otro. Castigará a quienes engañen a sus profesos o los tentará a la rebelión.
Información bibliográfica Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Jeremiah 43". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/mhm/jeremiah-43.html. 1706.
Introducción
* Los líderes llevan al pueblo a Egipto. (1-7) Jeremías predice la conquista de Egipto. (8-13)
VersÃculos 1-7
1-7 Solo por orgullo viene la disputa, tanto con Dios como con el hombre. Prefirieron su propia sabiduría a la voluntad revelada de Dios. Los hombres niegan que las Escrituras sean la palabra de Dios, porque están resueltas a no conformarse a las reglas de las Escrituras. Cuando los hombres persisten en el pecado, acusan las mejores acciones a los malos motivos. Estos judíos abandonaron su propia tierra y se arrojaron fuera de la protección de Dios. Es la locura de los hombres, que a menudo se arruinan a sí mismos por esfuerzos equivocados para reparar su situación.
VersÃculos 8-13
8-13 Dios puede encontrar a su pueblo donde quiera que estén. El Espíritu de profecía no se limitó a la tierra de Israel. Se predice que Nabucodonosor debe destruir y llevar cautivo a muchos de los egipcios. Así, Dios hace que un hombre malvado, o nación malvada, sea un azote y una plaga para otro. Castigará a quienes engañen a sus profesos o los tentará a la rebelión.