Información bibliográficaJamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Isaiah 50". "Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://studylight.org/
commentaries/spa/jfu/isaiah-50.html. 1871-8.
VersÃculos 1-11
CAPITULO 50Vers. 1-11. LOS JUICIOS DE ISRAEL FUERON PROVOCADOS POR SUS CRIMENES, CON TODO NO SERAN FINALMENTE DESECHADOS POR DIOS.
1. ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre â¦? Sión es âla madreâ; los judÃos, los hijos; y Dios, el Marido y Padre (cap. 54:5; 62:5; Jer 3:14). Gesenius cree que Dios se propone por la pregunta negar que él le hubiese dado âcarta de repudioâ, como hacÃan frecuentemente los maridos, con pretextos baladÃes (Deu 24:1), o que él hubiese vendido los âhijosâ de ambos (de él y de ella), como solÃan hacer los padres pobres a veces (Exo 21:7; 2Ki 4:1; Neh 5:5), ante el apremio de los âacreedoresâ; pues fueron ellos los que se vendieron a causa de sus pecados. Maurer lo explica asÃ: âMostradme la carta de repudio de vuestra madre; señalad a los acreedores a quienes fuisteis vendidos; de esa manera se verá que ello no se debió a ningún capricho mÃo, sino que fué debido a vuestras faltas el que vuestra madre haya sido despedida y vosotros vendidosâ (cap. 52:3). Horsley lo explica mejor (como lo evidencia la antÃtesis entre âyoâ y âvosotrosâ, aunque Lowth traduce: âVosotros fuisteis vendidosâ): Yo nunca le he dado una carta de divorcio a vuestra madre, en regla; sino que meramente âla he despedidoâ por un tiempo, y puedo, por lo tanto, con derecho, como marido, volverla a recibir, si fuere sumisa y obediente; tampoco os he entregado a vosotros, los hijos, a ningún âacreedorâ para satisfacer alguna deuda; por lo tanto, todavÃa me asiste el derecho de padre sobre vosotros, y puedo recibiros, si os arrepintiereis, aunque como hijos rebeldes os habéis vendido al pecado y a su castigo (1Ki 21:25). carta ⦠con la cual-más bien, âla carta con que yo la he despedidoâ [Maurer].
2. Vine-El MesÃas. nadie-quiso creerme ni obedecerme (cap. 52:1, 3). La misma Persona Divina habÃa âvenidoâ por sus profetas en el Antiguo Testamento (a llamarlos, mas en vano, Jer 7:25-26), quien estaba a punto de venir en la economÃa del Nuevo Testamento. ¿Ha llegado a acortarse mi mano â¦-figura oriental de debilidad, como la mano larga y extendida lo es de poder (cap. 59:1). No obstante vuestros pecados, todavÃa puedo âredimirosâ de vuestra esclavitud y dispersión. secar la mar-(Exo 14:21). El segundo éxodo excederá al primero, si bien le parecerá en cuanto a portentos (cap. 11:11, 15; 51:15). torno los rÃos en desierto-convierto la prosperidad de los enemigos de Israel en adversidad. hasta pudrirse sus peces-el mismo juicio infligido a sus enemigos en Egipto en el primer éxodo (Exo 7:18, Exo 7:21).
3. de oscuridad los cielos-otro de los juicios que vinieron sobre Egipto, que ha de ser repetido sobre el último enemigo del pueblo de Dios (Exo 10:21). como saco-(Rev 6:12).
4. El MesÃas, como âel siervo de Jehováâ (cap. 42:1), declara que el oficio que le ha sido asignado es el de alentar a los exhaustos expatriados de Israel âcon palabras en sazónâ, adecuadas a su situación; y que cualquier sufrimiento que esto le pueda acarrear no le retraerá de hacerlo (vv. 5, 6), pues él sabe que su causa ha de triunfar a la postre (vv. 7, 8). de sabios-no en mera erudición humana, sino en los conocimientos y la elocuencia divinamente impartidos (cap. 49:2; Exo 4:11; Mat 7:28-29; Mat 13:54). hablar en sazón palabra-(Pro 15:23; Pro 25:11). Liter., âpara socorrer con palabrasâ, a saber, en el tiempo de su necesidad a los âcansadosâ de Israel (Deu 28:65-67). Igualmente al cansado espiritual (cap. 42:3; Mat 11:28). despertará de mañana-Cf. âMadrugando cada dÃaâ (Jer 7:25; Mar 1:35). La imagen está tomada de un maestro que despierta temprano a los discÃpulos para que asistan a la clase. despertaráme de mañana oÃdo-para recibir sus divinas instrucciones. para que oiga como los sabios-como uno enseñado por él. Y asà âaprendió la obedienciaâ por propia experiencia âmediante las cosas que tuvo que sufrirâ de esa manera alcanzó esa erudición práctica que lo adaptó para âhablar una palabra en sazónâ a los que sufriesen (Heb 5:8).
5. me abrió el oÃdo-(véase Nota, cap. 42:20; 48:8); esto es, hizo que prestase obediente atención (pero Maurer âme ha informado acerca del deberâ) de un siervo para con su amo (cf. Psa 40:6-8, con Phi 2:7; cap. 42:1; 49:3, 6; 52:13; 53:11; Mat 20:28; Luk 22:27). no fuà rebelde-antes del contrario, fué muy obediente a la voluntad del Padre en proclamar y buscar la salvación del hombre a costa de sus mismos sufrimientos (Heb 10:5-10).
6. heridores-que me herÃan con azotes y con la mano abierta (cap. 52:14; Mar 14:65). Lo que se cumplió literalmente (Mat 27:26; Mat 26:67; Luk 18:33). âMesarle el cabelloâ es el mayor insulto que se le puede inferir a uno en el oriente (2Sa 10:4; Lam 3:30). âDiâ da a entender la Ãndole voluntaria de sus sufrimientos; su ejemplo se corresponde con su precepto (Mat 5:39). esputos-escupir en la presencia de otro es un insulto en el oriente, mucho más lo es hacerlo sobre uno; pero lo peor es escupirle en el rostro ( Job 30:10; Mat 27:30; Luk 18:32).
7. Un ejemplo de que no se âdesalentóâ (cap. 42:4; 49:5). mi rostro como un pedernal-me propuse resueltamente no retraerme de mi obra de amor por vergüenza o temor al sufrimiento (Eze 3:8-9).
8. (cap. 49:4). El creyente por virtud de su unidad con Cristo, usa el mismo lenguaje (Psa 138:8; Rom 8:32-34). Pero el âjustificarâ, en su caso, es la judicial aceptación y vindicación de él por parte de Dios sobre la base de su misma justicia (Luk 23:44-47; Rom 1:4; 1Ti 3:16, cf. con tales pasajes 1Pe 3:18); mientras que en el caso de ellos, su justificación tiene por base la justicia y la meritoria muerte de Jesús, las que les son imputadas (Rom 5:19). juntémonos-en juicio para examinar el pleito de mi causa. adversario-liter., el que tiene un motivo real de acusación costra mÃ, de manera que pueda exigir en juicio algo que debaserle dado (cf. Zec 3:1, etc.; Rev 12:10).
9. (Cf. cap. 52:13; 53:10; Psa 118:6; Jer 23:5). como ropa-(cap. 51:6, 8; Psa 102:26). Uno de los principales elementos de riqueza en el oriente es el tener una muda de ropa, la que está expuesta a ser comida por la polilla; de ahà que en la Escritura, frecuentemente se use esta figura.
10. El MesÃas exhorta a los piadosos con su ejemplo (cap. 49:4, 5; 42:4) a que cuando pasen por pruebas (âtinieblasâ, cap. 47:5) confÃen únicamente en el brazo de Jehová. ¿Quién hay â¦?-(Jdg 7:3). oye la voz de su siervo-a saber, el MesÃas. Los piadosos âhonran al Hijo como honran al Padreâ (Joh 5:23). anda en tinieblas-(Mic 7:8-9). Dios nunca ha tenido un hijo que no haya estado alguna vez en tinieblas. Aun el mismo Cristo, su unigénito Hijo, exclamó: â¡Dios mÃo, Dios mÃo!, ¿por qué me has desamparadoâ carece de luz-más bien, esplendor; o sea la brillante claridad solar; pues el siervo de Dios nunca está totalmente privado de âluzâ. [Vitringa.] El camino del piadoso puede ser obscuro, pero su fin será paz y luz. El camino del malvado puede que sea brillante, pero su fin será de completas tinieblas (Psa 112:4; Psa 97:11; Psa 37:24). confÃe-como lo hizo el MesÃas (vv. 8, 9).
11. En contraste con los piadosos, (v. 10), los malvados, en tiempo de tinieblas. en lugar de confiar en Dios, confÃan en sà mismos (encienden una luz para caminar apoyados en sà mismos) (Ecclesiastés 11:9). Esta descripción continúa del v. 10, âtinieblasâ, a saber, las invenciones humanas para obtener la salvación (cap. 19:21; 16:9, 25), son semejantes a la chispa que se opaca en un instante en las tinieblas (cf. Job 18:6; Job 21:17, con el Psa 18:28). de centellas-no son luces persistentes, sino chispas que se extinguen al instante. andad-no es un mandato, sino que da a entender que con la misma seguridad con que ellos harÃan eso, serÃan presa del infortunio (Jer 3:25). En la misma proporción con que la mÃstica Babilonia se ha jactado de sà misma asà será el infortunio que le espera (Mat 25:30; Mat 8:12; Rev 18:7).