Fortalecer. En hebreo también, "Huid, benjamitas, de en medio", etc. Jerusalén pertenecía en parte a esta tribu, que se enorgullecía de su valor. &mdash Norte. El enfoque de los caldeos, cap. I. 13. (Calmet)
Preparar. Literalmente, "santificar". Observar las formalidades habituales de exigir reparación, ofrecer a las víctimas, etc. Así, los caldeos se animan unos a otros y no se permitirán descansar ni de día ni de noche, ver. 5.
Instruidos, por aflicciones y prosperidad, por amonestaciones públicas e internas. La ignorancia deliberada es criminal y aleja a Dios, cap. li. 9. y Salmo lxxx. 12.
Congregación. Septuaginta, "los pastores que apacientan a sus rebaños han oído". Los caldeos están informados de mi resolución contra Judá. (Calmet) &mdash- Después de que los judíos fueron llamados repetidamente en vano, los gentiles obedecen, Mateo x. 5. (Worthington)
A mi. Por falta de disposiciones adecuadas; de lo contrario, las ofrendas de las mejores cosas eran recomendadas y encomiables. A los judíos se les enseña a no depender de las observancias externas, mientras descuidan el corazón. (Calmet)
Fuelles o crisol. &mdash- Plomo, que se mezcló para purificar la escoria (San Jerónimo) de oro y plata. Pero el bronce y el hierro no pudieron purificarse de esa manera. Todo sería trabajo perdido. Las aflicciones no corrigen a los obstinados. (Calmet)
VersÃculo 1
Fortalecer. En hebreo también, "Huid, benjamitas, de en medio", etc. Jerusalén pertenecía en parte a esta tribu, que se enorgullecía de su valor. &mdash Norte. El enfoque de los caldeos, cap. I. 13. (Calmet)
VersÃculo 3
Pastores. Así se llama a los capitanes, porque alimentan y gobiernan a los soldados. (Worthington)
VersÃculo 4
Preparar. Literalmente, "santificar". Observar las formalidades habituales de exigir reparación, ofrecer a las víctimas, etc. Así, los caldeos se animan unos a otros y no se permitirán descansar ni de día ni de noche, ver. 5.
VersÃculo 7
Frío. En hebreo, "salid". Todos los ciudadanos imitan sus vicios.
VersÃculo 8
Instruidos, por aflicciones y prosperidad, por amonestaciones públicas e internas. La ignorancia deliberada es criminal y aleja a Dios, cap. li. 9. y Salmo lxxx. 12.
VersÃculo 9
Cesta. Caldeos, destruid todo. Nabucodonosor se llevó a Joakim dos veces, y luego a Jeconías y Sedecías, cap. xxix. 2.
VersÃculo 10
Incircunciso. Impuro y sordo. (Calmet) &mdash- Non vocat impossibilitas supplicio quæ de contemptu et infidelitate descenit. (San Jerónimo)
VersÃculo 11
En. Jeremías está indignado. El Señor luego le ordena que derrame, o declare lo que seguirá. (Calmet)
VersÃculo 13
Profeta. Septuaginta, "falso profeta", cap. iv. 31. (Haydock)
VersÃculo 14
Vergonzosamente. Se avergonzarán cuando suceda lo contrario de lo que declararon, cap. viii. 11.
VersÃculo 16
Caminos, de patriarcas y de Moisés. Evite las novedades en religión. (Calmet) &mdash- Este consejo es muy aplicable a la generación actual. (Haydock)
VersÃculo 17
Vigilantes. Profetas, Ezequiel iii. 17. y xxxiii. 2.
VersÃculo 18
Congregación. Septuaginta, "los pastores que apacientan a sus rebaños han oído". Los caldeos están informados de mi resolución contra Judá. (Calmet) &mdash- Después de que los judíos fueron llamados repetidamente en vano, los gentiles obedecen, Mateo x. 5. (Worthington)
VersÃculo 20
A mi. Por falta de disposiciones adecuadas; de lo contrario, las ofrendas de las mejores cosas eran recomendadas y encomiables. A los judíos se les enseña a no depender de las observancias externas, mientras descuidan el corazón. (Calmet)
VersÃculo 22
Norte. Como estaba Babilonia con respecto a Jerusalén, (Worthington) o más bien al este. (Haydock)
VersÃculo 26
Hijo único. Deja que tu dolor sea extraordinario, Amos viii. 10. y Zacharias xii. 10.
VersÃculo 27
Trier de mi pueblo, como oro en el horno, Job xxii. 25.
VersÃculo 29
Fuelles o crisol. &mdash- Plomo, que se mezcló para purificar la escoria (San Jerónimo) de oro y plata. Pero el bronce y el hierro no pudieron purificarse de esa manera. Todo sería trabajo perdido. Las aflicciones no corrigen a los obstinados. (Calmet)
VersÃculo 31
CAPITULO VI.