En contraste con el monte Seir, el profeta colocó los montes de Israel, mientras les comunicaba la palabra del Señor. HabÃan sido el desprecio de sus enemigos, que los habÃan desolado y se los habÃan tragado. Por tanto, Jehová procederÃa contra estos enemigos y librarÃa a Israel de su opresión. Como resultado de tal liberación, toda la tierra, sus montañas y sus colinas, sus cursos de agua y sus valles serÃan abundantemente fructÃferos. Se multiplicarÃan los hombres, se habitarÃan las ciudades y se construirÃan los lugares desolados.
En medio de esta promesa de liberación viene una gran revelación del secreto de todo: "He aquÃ, yo soy para ti". Luego se le encargó al profeta que explicara esta predicción de la restauración final afirmando primero que su propio pecado causó su sufrimiento.
Luego, de nuevo y con mayor claridad, declaró el motivo de su restauración. Jehová tuvo piedad de Su santo nombre, y tanto por la reprobación como por la restauración avanzó hacia la santificación de Su nombre entre las naciones.
Los resultados de la restauración serÃan su arrepentimiento y el regreso de toda esa prosperidad que por el pecado habÃan perdido y, en consecuencia, una renovación de su testimonio a las naciones alrededor de la verdad acerca de Jehová.
Información bibliográfica Morgan, G. Campbell. "Comentario sobre Ezekiel 36". "Exposición de Morgan sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/gcm/ezekiel-36.html. 1857-84.
VersÃculos 1-38
En contraste con el monte Seir, el profeta colocó los montes de Israel, mientras les comunicaba la palabra del Señor. HabÃan sido el desprecio de sus enemigos, que los habÃan desolado y se los habÃan tragado. Por tanto, Jehová procederÃa contra estos enemigos y librarÃa a Israel de su opresión. Como resultado de tal liberación, toda la tierra, sus montañas y sus colinas, sus cursos de agua y sus valles serÃan abundantemente fructÃferos. Se multiplicarÃan los hombres, se habitarÃan las ciudades y se construirÃan los lugares desolados.
En medio de esta promesa de liberación viene una gran revelación del secreto de todo: "He aquÃ, yo soy para ti". Luego se le encargó al profeta que explicara esta predicción de la restauración final afirmando primero que su propio pecado causó su sufrimiento.
Luego, de nuevo y con mayor claridad, declaró el motivo de su restauración. Jehová tuvo piedad de Su santo nombre, y tanto por la reprobación como por la restauración avanzó hacia la santificación de Su nombre entre las naciones.
El profeta luego declaró el método de su restauración. Reunidos por Dios de todos los paÃses, las personas serÃan limpiadas interior y espiritualmente, y serÃan capacitadas para hacer lo correcto al ser llevadas a una nueva comunión con el EspÃritu de Dios.
Los resultados de la restauración serÃan su arrepentimiento y el regreso de toda esa prosperidad que por el pecado habÃan perdido y, en consecuencia, una renovación de su testimonio a las naciones alrededor de la verdad acerca de Jehová.