Tenemos un ejemplo aquÃ. 'EfraÃn es una torta que no se voltea' es una voz para el millón. El carácter representado en esta figura es legible para todos. Como el pastel no volteado es un compuesto no equitativo, ya que está mal hecho y exagerado, húmedo en parte y ampollado en parte, asà denota un tipo de carácter a la vez destemplado y sin templar, un personaje que carece de unidad, que es estropeado por defecto y dañado por exceso, un todo inconsistente sobre el cual, de cualquier manera que lo veas, el resultado se estropea.
I. Los motivos de este juicio polÃtico. âNote algunos de los más importantes.
(1) Lo primero que vemos en el octavo versÃculo tomado como un todo: EfraÃn se ha perdido el gran diseño práctico de la religión, que es la separación completa para Dios.
Hay muchos pasteles sin remover hoy por la misma causa: muchas personas que buscan, como EfraÃn, combinar en sà mismas cualidades contradictorias.
(2) Un segundo motivo para este juicio polÃtico se ve en la indisposición de EfraÃn de mirar a Dios, de invocarlo, de contar con Ãl como la gran unidad de poder contra el enemigo. Hay una vena de patetismo extremo en la queja de Jehová, Oseas 7:7 , 'No hay entre ellos que invoque a mÃ'; y en Oseas 7:11 añade: âLlaman a Egipto; van a Asiria.
'Estos efraimitas mantuvieron su religión para ceremonias y ocasiones estatales; no era una religión de trabajo cotidiana. Para ellos era una especie de etiqueta; no fue para ellos una estancia y un apoyo prácticos. TenÃan un conocimiento teórico de Dios, pero no buscaban un conocimiento experimental de Ãl.
El hombre para quien Dios es una noción, aunque sea una noción venerada y no un recurso práctico, es el mismo, un pastel sin voltear. No debemos dejar de tener problemas; menos aún debemos confiar en un brazo de carne. No; vamos a darle la vuelta al pastel. Debemos enfrentar la emergencia con confianza y el peligro con fe.
(3) Otro motivo de la acusación de EfraÃn fue el orgullo . Vemos esto en Oseas 7:10 : 'El orgullo de Israel da testimonio en Su rostro'. Ahora bien, el orgullo es siempre algo unilateral y, por lo tanto, espiritualmente falso. El orgullo se basa en la comparación carnal. Nadie podrÃa estar orgulloso si se veÃa a sà mismo en la luz Divina.
II. Las enseñanzas que subyacen al juicio polÃtico de EfraÃn. âEstas enseñanzas enfatizan fuertemente: -
(1) La necesidad de un equilibrio adecuado de carácter.
(2) Una vez más, las enseñanzas en cuestión enfatizan fuertemente la necesidad de un equilibrio adecuado de la verdad.
(3) En conclusión, la deriva general de todo el tema sugiere a nuestra mente la necesidad de una correspondencia entre lo que Cristo ha hecho por nosotros y lo que está haciendo en nosotros por Su EspÃritu. Para estar bien horneados necesitamos la Cruz de Cristo traducida en experiencia.
El primer domingo de otro año. âUn año nuevo con nuevas posibilidades. Detengámonos junto al hito y dirijamos nuestros pensamientos hacia adentro; Echemos un vistazo a las cuentas y los balances de nuestra vida, y veamos cómo se mantienen ante Dios. Hemos estado haciendo balance de los negocios, recordando a nuestros amigos, formando planes y propósitos para un nuevo año. Hagamos un balance de nuestro carácter. Otras cosas que algún dÃa debemos dejar atrás; nuestros personajes debemos llevarnos con nosotros. ¿Cómo, entonces, están de pie? ¿Son más fuertes, o hay signos de deterioro, canas aquà y allá, aunque no lo sepamos?
I. En primer lugar, observemos esto: la mayor parte del deterioro religioso es un deterioro inconsciente. âSe necesitan años para que una corriente de lava pase de ser un torrente ardiente a los bloques duros que no podemos cortar con acero. Asà que con el carácter. Nuestra fuerza no se desvanece en una noche; no nos despertamos para encontrarlo desaparecido. Se desvanece tan gradualmente que apenas nos damos cuenta de que se está apagando. Apenas vemos la llegada de las canas.
II. Nada es más común que esta degeneración inconsciente. âNuestros padres hablaban mucho de la reincidencia. Se ha corrido la voz. No hay mucha reincidencia entre nuestros miembros en el sentido antiguo. Nuestra posición nos lo impide. Nuestros deberes para con nuestra familia, iglesia, etc., nos lo impiden. Pero no hay nada que pueda prevenir y prohibir la degeneración inconsciente. El mundo nunca sabrá âal menos eso creemosâ si tenemos menos gozo en la oración, menos diligencia en el estudio de la Biblia, menos entusiasmo, si la presencia de Cristo es más nebulosa, si el testimonio del EspÃritu es menos vÃvido. Y asà continúa la degeneración inconsciente, canas aquà y allá sobre nosotros, y, ¡ay! no lo sabemos.
III. ¿Cómo saber si hay degeneración? âSi no hay avance, entonces podemos estar seguros de que hay degeneración, aunque inconsciente. En el mundo de la vida no existe el equilibrio. Todo lo que deja de progresar retrocede. A todos se les ocurrirán ilustraciones de su jardÃn, negocio, etc. Asà que con el personaje. No hay equilibrio y parada posibles. Cuando cesa el progreso, comienza la degeneración.
Información bibliográfica Nisbet, James. "Comentario sobre Hosea 7". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://studylight.org/commentaries/spa/cpc/hosea-7.html. 1876.
VersÃculo 8
EL PASTEL SIN VOLVER
"EfraÃn es una torta que no se voltea".
Oseas 7:8
La Escritura es menos un libro para las escuelas que para el hogar. Es más coloquial que cientÃfico; sus términos son menos técnicos que populares; y sus figuras son menos ornamentadas que hogareñas y expresivas.
Tenemos un ejemplo aquÃ. 'EfraÃn es una torta que no se voltea' es una voz para el millón. El carácter representado en esta figura es legible para todos. Como el pastel no volteado es un compuesto no equitativo, ya que está mal hecho y exagerado, húmedo en parte y ampollado en parte, asà denota un tipo de carácter a la vez destemplado y sin templar, un personaje que carece de unidad, que es estropeado por defecto y dañado por exceso, un todo inconsistente sobre el cual, de cualquier manera que lo veas, el resultado se estropea.
I. Los motivos de este juicio polÃtico. âNote algunos de los más importantes.
(1) Lo primero que vemos en el octavo versÃculo tomado como un todo: EfraÃn se ha perdido el gran diseño práctico de la religión, que es la separación completa para Dios.
Hay muchos pasteles sin remover hoy por la misma causa: muchas personas que buscan, como EfraÃn, combinar en sà mismas cualidades contradictorias.
(2) Un segundo motivo para este juicio polÃtico se ve en la indisposición de EfraÃn de mirar a Dios, de invocarlo, de contar con Ãl como la gran unidad de poder contra el enemigo. Hay una vena de patetismo extremo en la queja de Jehová, Oseas 7:7 , 'No hay entre ellos que invoque a mÃ'; y en Oseas 7:11 añade: âLlaman a Egipto; van a Asiria.
'Estos efraimitas mantuvieron su religión para ceremonias y ocasiones estatales; no era una religión de trabajo cotidiana. Para ellos era una especie de etiqueta; no fue para ellos una estancia y un apoyo prácticos. TenÃan un conocimiento teórico de Dios, pero no buscaban un conocimiento experimental de Ãl.
El hombre para quien Dios es una noción, aunque sea una noción venerada y no un recurso práctico, es el mismo, un pastel sin voltear. No debemos dejar de tener problemas; menos aún debemos confiar en un brazo de carne. No; vamos a darle la vuelta al pastel. Debemos enfrentar la emergencia con confianza y el peligro con fe.
(3) Otro motivo de la acusación de EfraÃn fue el orgullo . Vemos esto en Oseas 7:10 : 'El orgullo de Israel da testimonio en Su rostro'. Ahora bien, el orgullo es siempre algo unilateral y, por lo tanto, espiritualmente falso. El orgullo se basa en la comparación carnal. Nadie podrÃa estar orgulloso si se veÃa a sà mismo en la luz Divina.
(4) Otro motivo más de la acusación de EfraÃn radica en su uso licencioso y desordenado de las cosas temporales. Calentados por el vino, fueron llevados, en varias direcciones, a un exceso desmedido. No hay nada de malo en que comas tu cena con gusto, que disfrutes lo que Dios te da. Pero si en estas cosas externas se encuentra la gratificación esencial de tu alma, entonces eres un pastel sin voltear. Existe la posibilidad de arruinar el pastel a través de la autocomplacencia. Si Pablo estaba asombrado por tal catástrofe, nosotros no deberÃamos menos. Cultiva el deleite en el Señor, para que el sórdido apetito se mantenga bajo control con rienda inflexible.
II. Las enseñanzas que subyacen al juicio polÃtico de EfraÃn. âEstas enseñanzas enfatizan fuertemente: -
(1) La necesidad de un equilibrio adecuado de carácter.
(2) Una vez más, las enseñanzas en cuestión enfatizan fuertemente la necesidad de un equilibrio adecuado de la verdad.
(3) En conclusión, la deriva general de todo el tema sugiere a nuestra mente la necesidad de una correspondencia entre lo que Cristo ha hecho por nosotros y lo que está haciendo en nosotros por Su EspÃritu. Para estar bien horneados necesitamos la Cruz de Cristo traducida en experiencia.
Ilustración
Es el espécimen de muchos. A un lado de él la levadura penetrante, el fuego transformador, no ha llevado la fuerza de la gracia. Como dice un viejo puritano: "Su torta es masa: nunca servirá de pan en la mesa de Dios". '
VersÃculo 9
DEGENERACIÃN INCONSCIENTE
( Para el año nuevo )
`` Hay canas aquà y allá sobre él, pero no lo sabe ''.
Oseas 7:9
El primer domingo de otro año. âUn año nuevo con nuevas posibilidades. Detengámonos junto al hito y dirijamos nuestros pensamientos hacia adentro; Echemos un vistazo a las cuentas y los balances de nuestra vida, y veamos cómo se mantienen ante Dios. Hemos estado haciendo balance de los negocios, recordando a nuestros amigos, formando planes y propósitos para un nuevo año. Hagamos un balance de nuestro carácter. Otras cosas que algún dÃa debemos dejar atrás; nuestros personajes debemos llevarnos con nosotros. ¿Cómo, entonces, están de pie? ¿Son más fuertes, o hay signos de deterioro, canas aquà y allá, aunque no lo sepamos?
I. En primer lugar, observemos esto: la mayor parte del deterioro religioso es un deterioro inconsciente. âSe necesitan años para que una corriente de lava pase de ser un torrente ardiente a los bloques duros que no podemos cortar con acero. Asà que con el carácter. Nuestra fuerza no se desvanece en una noche; no nos despertamos para encontrarlo desaparecido. Se desvanece tan gradualmente que apenas nos damos cuenta de que se está apagando. Apenas vemos la llegada de las canas.
O mÃrelo de otra manera. El temor de los miembros de una Clase de Confirmación no es que nos convirtamos en hijos pródigos, reclamando nuestra porción y escapando al paÃs lejano. El miedo es más bien que en el estrés de los negocios, el torbellino de la vida, nos deterioremos inconscientemente; no tanto la elección deliberada del mal, como esto: "¡Mientras tu siervo estaba ocupado aquà y allá, se habÃa ido!" Este es el peligro, un debilitamiento y una degeneración religiosa gradual pero inconsciente. Y todas las fuerzas de la vida moderna contribuyen a este debilitamiento inconsciente; el estrés de la vida, la dificultad de la comunión cristiana o de entrar en el desierto con Jesús.
II. Nada es más común que esta degeneración inconsciente. âNuestros padres hablaban mucho de la reincidencia. Se ha corrido la voz. No hay mucha reincidencia entre nuestros miembros en el sentido antiguo. Nuestra posición nos lo impide. Nuestros deberes para con nuestra familia, iglesia, etc., nos lo impiden. Pero no hay nada que pueda prevenir y prohibir la degeneración inconsciente. El mundo nunca sabrá âal menos eso creemosâ si tenemos menos gozo en la oración, menos diligencia en el estudio de la Biblia, menos entusiasmo, si la presencia de Cristo es más nebulosa, si el testimonio del EspÃritu es menos vÃvido. Y asà continúa la degeneración inconsciente, canas aquà y allá sobre nosotros, y, ¡ay! no lo sabemos.
III. ¿Cómo saber si hay degeneración? âSi no hay avance, entonces podemos estar seguros de que hay degeneración, aunque inconsciente. En el mundo de la vida no existe el equilibrio. Todo lo que deja de progresar retrocede. A todos se les ocurrirán ilustraciones de su jardÃn, negocio, etc. Asà que con el personaje. No hay equilibrio y parada posibles. Cuando cesa el progreso, comienza la degeneración.
IV. Ãsta, por tanto, es la pregunta que debemos hacernos este nuevo año: ¿estamos progresando? âSi no crece, entonces las canas están aquà y allá. Donde no hay desarrollo debe haber degeneración, por inconsciente que sea; y su propia inconsciencia es uno de sus peligros. Por lo tanto, examinémonos a nosotros mismos y con ese espÃritu entremos una vez más en nuestro pacto solemne con Dios.