De hecho, muchos dudan si fue un deseo legal; pero esta duda puede ser eliminada asÃ: el lÃmite establecido del amor es que avanza hasta donde la conciencia lo permite; (285) si entonces amamos en Dios y no sin la autoridad de Dios, nuestro amor nunca puede ser demasiado. Y tal fue el amor de Pablo; por ver a su propia nación dotada de tantos beneficios de Dios, amaba los dones de Dios en ellos y ellos a causa de los dones de Dios; y consideró que era un gran mal que esos dones perecieran, de ahà que su mente, abrumada, estallara en este deseo extremo. (286)
[Stuart] muestra muy claramente que la posición misma de las palabras y su conexión con el contexto no admitirán otra construcción que la que contiene nuestra versión.
La opinión de [Crisóstomo] sobre esta oración, a la que [Erasmo] concede cierta importancia, no tiene ningún valor, ya que no entendió el hebreo; y Paul, en su mayor parte, escribió como hebraÃsta.
Es justamente observado por [Stuart], que el contexto requiere la aplicación de esta oración a Cristo, ya que de lo contrario no habrÃa antÃtesis a las palabras "según la carne". - Ed.
Algunos leen, "Pero no es posible", etc., como si estuviera en griego οἷον Ïε (290) pero como yo no encuentro esta lectura en ninguna copia, adopto la lectura común, sin embargo no ha fallado, etc., y de acuerdo con este sentido, "que lamento la destrucción de mi nación no es porque creo que la promesa, dada anteriormente por Dios para Abraham, ahora está vacÃo o abolido ".
Para no todos, etc. La declaración es, - que la promesa fue tan dada a Abraham y a su simiente, que la herencia no pertenecÃa a cada simiente sin distinción; Por lo tanto, se deduce que la deserción de algunos no prueba que el pacto no permanezca firme y válido.
Algunos pueden preferir una declaración como esta: "La elección general del pueblo de Israel no es un obstáculo, que Dios no debe de ellos elegir por su consejo oculto a los que quiere". De hecho, es un ilustre ejemplo de misericordia gratuita, cuando Dios se dignó hacer un pacto de vida con una nación: pero su favor oculto parece más evidente en esa segunda elección, que se limita solo a una parte.
Pero cuando dice que todos los que son de Israel no son israelitas, y que todos los que son de la simiente de Abraham no son niños, es una especie de cambio en el significado de las palabras, (ÏαÏονομαÏία ); porque en la primera cláusula incluye a toda la raza, en la segunda se refiere solo a los verdaderos hijos, que no se degeneraron.
8. Es decir, no lo son, etc. Ahora recoge de la respuesta de Dios una proposición, que incluye todo lo que tenÃa a la vista. Porque si Isaac, y no Ismael, fue la simiente, aunque uno como el otro era el hijo de Abraham, debe ser que todos los hijos naturales no deben ser considerados como la simiente, sino que la promesa se cumple especialmente solo en algunos , y que no pertenece comúnmente e igualmente a todos. Ãl llama a esos los hijos de la carne, que no tienen nada superior a un descenso natural; ya que son los hijos de la promesa, que son seleccionados especialmente por el Señor.
La exposición de [Gesenius], adoptada por [Tholuck] y [Stuart], âcuando se renueve el tiempoâ, no concuerda con el pasaje, ya que introduce una tautologÃa. [Hammond] dice que los hebreos interpretan la expresión en Reyes como el tiempo entre la concepción y el nacimiento. - Ed.
¿Hay injusticia con Dios? Seguramente monstruosa es la locura de la mente humana, que está más dispuesta a acusar a Dios de injusticia que culparse de ceguera. De hecho, Paul no deseaba salir de su camino para descubrir cosas por las cuales pudiera confundir a sus lectores; pero lo tomó de lo que era común la sugerencia malvada, que inmediatamente entra en la mente de muchos, cuando escuchan que Dios determina respetar a cada individuo de acuerdo con su propia voluntad. De hecho, es como la carne se imagina, una especie de injusticia, que Dios debe pasar por uno y mostrar respeto por el otro.
Para eliminar esta dificultad, Pablo divide su tema en dos partes; en el primero de los cuales habla de los elegidos, y en el segundo de los reprobados; y en la una nos tendrÃa que contemplar la misericordia de Dios, y en la otra reconocer su justo juicio. Su primera respuesta es que el pensamiento de que hay injusticia con Dios merece ser aborrecido, y luego muestra que con respecto a las dos partes, no puede haber ninguna.
En primer lugar, de ninguna manera oculta u oculta lo que vio que no le agradarÃa, sino que lo mantiene con firmeza inflexible. Y en segundo lugar, se esfuerza por no buscar razones para suavizar su aspereza, pero lo considera suficiente para controlar los viles ladridos de los testimonios de las Escrituras.
Tampoco hay mucho más color para lo que algunos adelantan, quienes piensan que estas cosas se dicen en la persona de los impÃos; porque ¿cómo puede ser correcto cambiar los pasajes de la Escritura en los que se afirma la justicia de Dios, con el propósito de reprocharle la tiranÃa? ¿Y entonces es probable que Pablo, cuando la refutación era fácil y fácil, hubiera sufrido que la Escritura fuera tratada con burla burda? Pero se han apoderado de tales subterfugios, que midieron absurdamente este misterio incomparable de Dios por su propio juicio. Para sus oÃdos delicados y tiernos, esta doctrina era más irritante que la que podÃan considerar digna de un Apóstol. Pero más bien deberÃan haber doblado su propia terquedad a la obediencia del EspÃritu, para no rendirse a sus invenciones groseras.
Aquà hay dos cosas a considerar: la predestinación de Faraón a la ruina, que debe referirse al pasado y, sin embargo, el consejo oculto de Dios, y luego, el diseño de esto, que debÃa dar a conocer el nombre de Dios; y sobre esto Pablo se detiene principalmente: porque si este endurecimiento fue de tal tipo, que por su cuenta el nombre de Dios merecÃa ser dado a conocer, es una cosa impÃa, según la evidencia derivada del efecto contrario, acusarlo con cualquier injusticia
[Venema], asà como [Stuart], pensaban que la idea de excitar, despertar a la acción o estimular, debe atribuirse a los verbos aquà utilizados, y que lo que se quiere decir es que Dios por sus plagas despertó y excitó todo el mal que habÃa en el corazón de Faraón para los propósitos aquà descritos, y que por este proceso lo "endureció"; y la conclusión de Romanos 9:28 parece favorecer este punto de vista, ya que el endurecimiento mencionado no puede tener referencia a nada en el contexto, excepto a lo que se dice en este versÃculo.
Pero la visión más simple es la mencionada por [Wolfius]: se hace referencia a los peligros de los que Faraón ya habÃa escapado. Dios dice: "Te he hecho para estar de pie", es decir, para permanecer vivo en medio de ellos. Por lo tanto, vemos la razón por la cual Pablo cambió el verbo; para "preservar", usado por la Septuaginta, no expresaba completamente el significado; pero "levantar", por asà decirlo de las fauces de la muerte, transmite más completamente lo que significa el original. - Ed.
Cada obra de Jehová es para su (o, su) propósito, E incluso el malvado es para el dÃa de la calamidad.
El reverendo [G. Holden] está muy indignado de que este texto se haya aplicado para apoyar la doctrina de la reprobación. Sea que ha sido mal aplicado; sin embargo, la doctrina no cae al suelo. Si Pablo no lo mantiene en este capÃtulo y en otros pasajes, debemos sostener que las palabras no tienen significado. La historia de la providencia de Dios es una confirmación obvia de la misma horrible verdad. - Ed.
Y además, tenga esto en cuenta, que como el alfarero no quita nada de la arcilla, cualquiera que sea la forma que pueda darle; entonces Dios no le quita nada al hombre, en cualquier condición que pueda crearlo. Solo esto debe recordarse, que Dios está privado de una parte de su honor, excepto que se le conceda tal autoridad sobre los hombres como para constituirlo el árbitro de la vida y la muerte. (306)
En todos los casos en que IsaÃas y JeremÃas usan esta metáfora, se aplica a los judÃos en su estado de degeneración, y muy puntualmente en IsaÃas 64:8: donde está precedida, en IsaÃas 64:6, por ese notable pasaje, "Todos somos como una cosa inmunda", etc. La arcilla entonces, o la masa, es la masa de la humanidad como corrupta y depravada. - Ed.
Y ha mencionado los vasos, como instrumentos que comúnmente significan; porque todo lo que hacen todas las criaturas es, por asà decirlo, la ministración del poder divino. Por la mejor razón, entonces, somos nosotros, los fieles, llamados los vasos de la misericordia, a quienes el Señor usa como instrumentos para la manifestación de su misericordia; y los reprobados son los vasos de la ira, porque sirven para mostrar los juicios de Dios.
22. âDesde entonces, Dios quiso (o fue la voluntad de Dios) mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira, preparada para la destrucción;
El comienzo de Romanos 9:23 presenta una anomalÃa, si, con [Stuart] y otros, consideramos "dispuesto:" o voluntad para ser entendido, ya que es seguido en el verso anterior por un infinitivo, y aquà por un modo subjuntivo. Pero [Beza], [Grocio] y [Hammond] parecen considerar que el verbo âaguantadoâ está aquÃ, por asà decirlo, repetido, lo que le da el mismo significado al pasaje que el que le da [ Calvin] - Ed.
La palabra traducida arriba "pronto ejecutado" significa literalmente, abreviada o cortada, lo que significa la ejecución rápida de una cosa o trabajo. "Se desbordará en justicia", las importaciones, "se desbordarán justa o merecidamente". - Ed.
29. Y como IsaÃas habÃa dicho antes, etc. (314) Ãl trae otro testimonio desde el primer capÃtulo, donde el Profeta deplora la devastación de Israel en su tiempo: y como esto habÃa sucedido una vez, no era algo nuevo. El pueblo de Israel no tenÃa preeminencia, excepto lo que habÃan derivado de sus antepasados; quienes aún habÃan sido tratados de tal manera, que el Profeta se quejó de que habÃan sido tan afectados, que no estaban lejos de haber sido destruidos, como lo habÃan estado Sodoma y Gomorra. Hubo, sin embargo, esta diferencia, que unos pocos fueron preservados para una semilla, para levantar el nombre, para que no perezcan por completo, y sean enviados al olvido eterno. Porque le correspondÃa a Dios tener siempre presente su promesa, para manifestar su misericordia en medio de los juicios más severos.
Pero en la primera cláusula, el objetivo del apóstol era exaltar solo la gracia de Dios, que no se pudiera buscar ninguna otra razón en el llamado de los gentiles sino esta, que se dignó abrazarlos cuando no merecÃa su favor.
31. Pero Israel, persiguiendo, etc. porque al salir corriendo, se cansaron en vano. Pero, en primer lugar, me parece que la ley de justicia es aquà una instancia de transposición, y significa la justicia de la ley; (315) y luego, cuando se repite en la segunda cláusula, debe tomarse en otro sentido, ya que significa el modelo o la regla de justicia.
Porque han tropezado con la piedra, etc. Ãl confirma por una fuerte razón la oración anterior. De hecho, no hay nada más inconsistente que el hecho de que deberÃan obtener la justicia que se esfuerzan por destruirla. Cristo nos ha sido dado por justicia, cualquiera que le impida a Dios la justicia de las obras, intenta robarle su propio cargo. Y, por lo tanto, parece que cada vez que los hombres, bajo el pretexto vacÃo de ser celosos de la justicia, confÃan en sus obras, lo hacen en su furiosa locura y continúan la guerra con Dios mismo.
Con respecto a la última cláusula, Paul ha seguido la Septuaginta, "no se avergonzará". Pero la palabra hebrea, traducida en nuestra versión "no se apresurará", tendrá un significado similar, y puede traducirse, no se apurará ni se confundirá. - Ed.
Información bibliográfica Calvino, Juan. "Comentario sobre Romans 9". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/cal/romans-9.html. 1840-57.
VersÃculo 1
En este capÃtulo comienza a eliminar las ofensas que podrÃan haber desviado las mentes de los hombres de Cristo: para los judÃos, para quienes fue designado de acuerdo con el pacto de la ley, no solo lo rechazaron, sino que lo miraron con desprecio, y por la mayor parte lo molestaba. Por lo tanto, una de las dos cosas parecÃa seguir, o que no habÃa verdad en la promesa Divina, o que Jesús, a quien Pablo predicó, no era el ungido del Señor, a quien se habÃa prometido especialmente a los judÃos. Este doble nudo que Paul desata por completo en lo que sigue. Ãl, sin embargo, maneja tanto este tema, como para abstenerse de toda amargura contra los judÃos, para no exasperar sus mentes; y, sin embargo, no les concede nada por el daño del evangelio; porque les permite sus privilegios de tal manera que no le quiten nada a Cristo. Pero pasa, por asà decirlo abruptamente, a la mención de este tema, de modo que parece no haber conexión en el discurso. (283) Ãl, sin embargo, entra en este nuevo tema, como si ya se hubiera referido a él. Sucedió de esta manera: Después de terminar la doctrina que discutió, dirigió su atención a los judÃos y, asombrado de su incredulidad como algo monstruoso, estalló en esta repentina protesta, de la misma manera que si fuera un tema que él habÃa manejado previamente; porque no habÃa nadie a quien este pensamiento no se le ocurriera de inmediato: "Si esta es la doctrina de la ley y los Profetas, ¿cómo es que los judÃos la rechazan tan pertinazmente?" Y además, era sabido en todas partes, que todo lo que hasta ahora habÃa hablado de la ley de Moisés y de la gracia de Cristo, era más desagradable para los judÃos, que que la fe de los gentiles deberÃa ser asistida por su consentimiento. Por lo tanto, era necesario eliminar este obstáculo, para que no impidiera el curso del evangelio.
1. La verdad que digo en Cristo, etc. Como era la opinión de la mayorÃa de que Pablo era, por asà decirlo, un enemigo jurado de su propia nación , y como se sospechaba un poco incluso por la familia de la fe, como si les hubiera enseñado a abandonar a Moisés, adopta un prefacio para preparar las mentes de sus lectores, antes de continuar con su tema, y ââen este prefacio se libera de la falsa sospecha de mala voluntad hacia los judÃos. Y como el asunto no era indigno de un juramento, y como él percibió que su afirmación difÃcilmente se creerÃa en contra de un prejuicio ya entretenido, declara por juramento que dice la verdad. Con este ejemplo y similares, (como te recordé en el primer capÃtulo), debemos aprender que los juramentos son legales, es decir, cuando hacen que esa verdad sea creÃble, lo que es necesario que se conozca y que no se creerÃa de otra manera .
La expresión, en Cristo, significa "según Cristo". (284) Al agregar Mentir no, significa que habla sin ficción ni disfraz. Mi conciencia me testifica, etc. Con estas palabras, llama a su propia conciencia ante el tribunal de Dios, porque él trae el EspÃritu como testigo de su sentimiento. Ãl adujo al EspÃritu para este fin, para que pudiera testificar más plenamente que era libre y puro de una disposición maligna, y que defendió la causa de Cristo bajo la guÃa y dirección del EspÃritu de Dios. A menudo sucede que una persona, cegada por las pasiones de la carne, (aunque no con la intención de engañar), oculta a sabiendas y deliberadamente la luz de la verdad. Pero jurar por el nombre de Dios, en el sentido correcto de la palabra, es llamarlo como testigo con el propósito de confirmar lo que es dudoso y al mismo tiempo obligarnos a su juicio, en caso de que digamos lo que es falso
VersÃculo 2
2. Que tengo un gran dolor, etc. Ãl se las arregla con destreza para acortar su oración y aún no expresar lo que iba a decir; porque todavÃa no era razonable mencionar abiertamente la destrucción de la nación judÃa. Se puede agregar que, por lo tanto, él insinúa una mayor medida de tristeza, ya que las oraciones imperfectas están en su mayor parte llenas de patetismo. Pero ahora expresará la causa de su dolor, después de haber testificado más plenamente su sinceridad.
Pero la perdición de los judÃos causó una gran angustia a Pablo, aunque sabÃa que sucedió a través de la voluntad y la providencia de Dios. Por lo tanto, aprendemos que la obediencia que prestamos a la providencia de Dios no nos impide llorar por la destrucción de los hombres perdidos, aunque sabemos que están condenados por el justo juicio de Dios; porque la misma mente es capaz de ser influenciada por estos dos sentimientos: que cuando mira a Dios puede soportar voluntariamente la ruina de aquellos a quienes ha decretado destruir; y que cuando dirige sus pensamientos a los hombres, se condole con sus males. Entonces son muy engañados, y dicen que los hombres piadosos deberÃan: tener apatÃa e insensibilidad (á¼Ïάθειαν καὶ á¼Î½Î±Î»Î³Î·Ïίαν) para que no se resistan al decreto de Dios.
VersÃculo 3
3. Porque podrÃa desear, etc. No podrÃa haber expresado un mayor ardor de amor que por lo que testifica aquÃ; porque ese es seguramente un amor perfecto que se niega a no morir por la salvación de un amigo. Pero hay otra palabra añadida, anatema, que prueba que habla no solo de la muerte temporal sino también de la eterna; y él explica su significado cuando dice, de Cristo, porque significa una separación. ¿Y qué es separarse de Cristo, sino excluirse de la esperanza de salvación? Fue entonces una prueba del amor más ardiente, que Pablo dudó en no desear para sà mismo esa condena que vio inminente sobre los judÃos, para poder librarlos. No es objeción que él supiera que su salvación se basó en la elección de Dios, que de ninguna manera podrÃa fallar; ya que esos sentimientos ardientes nos apresuran impetuosamente, asà que no ven y consideran nada más que el objeto a la vista. Entonces, Pablo no conectó la elección de Dios con su deseo, pero el recuerdo de que fue pasado por alto, estaba totalmente decidido a la salvación de los judÃos.
De hecho, muchos dudan si fue un deseo legal; pero esta duda puede ser eliminada asÃ: el lÃmite establecido del amor es que avanza hasta donde la conciencia lo permite; (285) si entonces amamos en Dios y no sin la autoridad de Dios, nuestro amor nunca puede ser demasiado. Y tal fue el amor de Pablo; por ver a su propia nación dotada de tantos beneficios de Dios, amaba los dones de Dios en ellos y ellos a causa de los dones de Dios; y consideró que era un gran mal que esos dones perecieran, de ahà que su mente, abrumada, estallara en este deseo extremo. (286)
Por lo tanto, consiento no en la opinión de aquellos que piensan que Pablo pronunció estas palabras solo con respecto a Dios, y no a los hombres; ni estoy de acuerdo con otros, que dicen que sin pensar en Dios, él fue influenciado solo por el amor a los hombres: pero conecto el amor de los hombres con un celo por la gloria de Dios.
Sin embargo, todavÃa no he explicado lo que es lo más importante, que los judÃos aquà son considerados como adornados con esos sÃmbolos singulares, por los cuales se los distinguió del resto de la humanidad. Porque Dios, por su pacto, los habÃa exaltado tanto que, por su caÃda, la fidelidad y la verdad de Dios mismo también parecÃan fallar en el mundo: porque ese pacto habrÃa quedado asà vacÃo, cuya estabilidad se prometió ser perpetua. mientras el sol y la luna brillen en el cielo. (Salmo 72:7.) De modo que la abolición de esto hubiera sido más extraña que la triste y ruinosa confusión de todo el mundo. Por lo tanto, no era una consideración simple y exclusiva para los hombres: aunque es mejor que un miembro perezca que todo el cuerpo; todavÃa era por esta razón que Pablo tenÃa tan alta estima por los judÃos, porque los veÃa como portadores del carácter y, como se suele decir, de la calidad de un pueblo elegido; y esto aparecerá más evidente, como veremos pronto, de lo que sigue.
Las palabras, mis parientes según la carne, aunque no contienen nada nuevo, aún sirven mucho para la amplificación. Primero, para que nadie piense que voluntariamente, o por su propia voluntad, buscó una causa de disputa con los judÃos, insinúa, que no habÃa pospuesto el sentimiento de parentesco, para no verse afectado por la destrucción de su propia carne Y en segundo lugar, dado que era necesario que el evangelio, del cual él era el predicador, saliera de Sion, no pronuncia en vano un elogio en tantas palabras en su propia familia. En mi opinión, la expresión que califica, según la carne, no se agrega en aras de la atenuación, como en otros lugares, sino, por el contrario, en aras de expresar su fe: porque aunque los judÃos habÃan repudiado a Pablo, él pero no ocultó el hecho de que él habÃa surgido de esa nación, cuya elección todavÃa era fuerte en la raÃz, aunque las ramas se habÃan marchitado. Lo que dice Budoeus de la palabra anatema es inconsistente con la opinión de [Crisóstomo], quien hace que á¼Î½á½±Î¸ÎµÎ¼Î± y á¼Î½á½±Î¸Î·Î¼Î± sean lo mismo.
Casi todos los crÃticos están de acuerdo en que la Vulgata está equivocada al pronunciar el verbo optabam: "Yo deseaba", como si el Apóstol se refiriera a la época, como [Ambrosio] supuso, cuando era un fariseo; pero esto es totalmente inconsistente con el tenor del pasaje. [Erasmus], [Grocio], [Beza] y la mayorÃa de los demás consideran que el verbo tiene un significado optativo ; á¼Î½ que se entiende después, como es el caso con á¼Î²Î¿Ï λόμην en Hechos 25:22 y ἤθελον en Gálatas 4:20
Hay otras dos opiniones que merecen atención. La primera es que " anatema " aquà significa excomunión, y que "de Cristo" significa de su Iglesia, Cristo la cabeza tomada por su cuerpo, la Iglesia, como en 1 Corintios 12:12, y en Gálatas 3:27, según la manera de los hebreos, como dice [Grocio], que llamó a la esposa por el nombre del esposo, IsaÃas 4:1. Esta es la opinión adoptada por [Hammond], [Grocio] y algunos de los teólogos luteranos. Pero la palabra " anatema " no tiene en la Escritura este significado, aunque en años posteriores lo habÃa logrado tanto en la Iglesia como entre los Rabinos. En el Nuevo Testamento ocurre solo aquà y en Hechos 23:14; 1 Corintios 12:3; y Gálatas 1:8; y el verbo á¼Î½Î±Î¸ÎµÎ¼Î±Ïá½·Î¶Ï se encuentra en Marco 14:71; Hechos 23:12; y con καÏá½° prefijado en Mateo 26:74. La palabra correspondiente en hebreo, ×ר×, traducida â anatema â por la Septuaginta, significa dos cosas: lo que está separado para un propósito sagrado y totalmente dedicado a Dios, incapaz de ser redimido, LevÃtico 27:28; y lo que se aparta y se dedica a la muerte o la destrucción, Josué 6:17; Esdras 10:8. Nunca significa excomunión, sino cortar por la muerte. Compare Ãxodo 22:20 y Deuteronomio 13:1. Por lo tanto, se ha aplicado para designar a un hombre que es execrable y maldito, que merece la muerte. Entonces el Apóstol lo usa en 1 Corintios 16:22 y Gálatas 1:8
La otra opinión está más de acuerdo con el significado del término. Se cree que â anatema â significa una muerte ignominiosa, y la de alguien aparentemente separado de Cristo; o que deseaba ser hecho "un anatema" por Cristo, o por el bien de Cristo, o después de Cristo, es decir, su ejemplo. Las palabras á¼Ïὸ Ïοῦ ΧÏιÏÏοῦ crean toda la dificultad en este caso. Esta es la explicación dada por [Jerome], [Locke], [Limborch], [Doddridge] y [Scott]. Sin embargo, el primer significado, dado materialmente por [Calvin], es el más obvio y natural.
Tanto [Haldane] como [Chalmers] siguen la Vulgata, y ponen la cláusula entre paréntesis, ya que expresan el deseo del Apóstol cuando no están convertidos; pero hay una incongruencia en los términos que emplea para expresar este deseo; seguramente no habrÃa dicho que deseaba separarse de Cristo como algo maldito, porque ese es el significado de anatema ; porque mientras era fariseo consideraba un privilegio y un honor incluso perseguir a Cristo. Y no podemos suponer que el Apóstol ahora describirÃa su antiguo deseo en términos inadecuados a lo que realmente era, pero tal como lo consideraba ahora. - Ed.
VersÃculo 4
4. Quiénes son los israelitas, etc. Aquà la razón ahora se da más claramente, por qué la destrucción de ese pueblo le causó tanta angustia, que estaba preparado para redimirlos por su propia muerte, es decir, porque eran israelitas; para el pronombre relativo se pone aquà en lugar de un adverbio causativo. De la misma manera, esta ansiedad se apoderó de Moisés, cuando deseó que fuera borrado del libro de la vida, en lugar de que la raza santa y elegida de Abraham se redujera a nada. ( Ãxodo 32:32.) Además de su sentimiento amable, menciona también otras razones, y aquellas de un tipo superior, que lo hicieron favorecer a los judÃos, incluso porque el Señor tenÃa, por asà decirlo, por una especie de privilegio, tan elevado, que se separaron del orden común de los hombres: y estos tÃtulos de dignidad eran testimonios de amor; pues no solemos hablar asà favorablemente, sino de aquellos a quienes amamos. Y aunque por su ingratitud se hicieron indignos de ser estimados a causa de estos dones de Dios, sin embargo, Pablo continuó respetándolos con justicia, para que nos enseñara que los impÃos no pueden contaminar las buenas dotaciones de Dios, pero que siempre merecen ser alabado y admirado: al mismo tiempo, aquellos que abusan de ellos adquieren, por lo tanto, nada más que una mayor obsesión. Pero como no debemos actuar de tal manera que contemplemos, a través de un odio a los impÃos, los dones de Dios en ellos; entonces, por otro lado, debemos usar la prudencia, no sea que por nuestra amable estima y respeto por ellos los hagamos orgullosos, y especialmente para que nuestras alabanzas no parezcan halagar. Pero imitemos a Pablo, quien concedió a los judÃos sus privilegios de tal manera, que luego declaró que no valÃan nada sin Cristo. Pero no en vano mencionó esto como una de sus alabanzas, que eran israelitas; porque Jacob oró por esto como un gran favor, para que fueran llamados por su nombre. ( Génesis 48:16.)
¿De quién es la adopción, etc.? Toda la deriva del discurso de Pablo es para este propósito, que aunque los judÃos por su deserción habÃan producido un divorcio impÃo entre Dios y ellos mismos, sin embargo, la luz del favor de Dios no se extinguió por completo, de acuerdo con lo que él también habÃa dicho en Romanos 3:3. De hecho, se habÃan convertido en incrédulos y habÃan roto su pacto; pero aun asà su perfidia no habÃa anulado la fidelidad de Dios; porque no solo se habÃa reservado para sà mismo alguna semilla remanente de toda la multitud, sino que aún habÃa continuado, según su derecho hereditario, el mimo de una Iglesia entre ellos.
Pero aunque ya se habÃan despojado de estos adornos, de modo que no les sirvió de nada para ser llamados los hijos de Abraham, sin embargo, como habÃa un peligro, no sea por su culpa que la majestad del evangelio se depreciara entre los gentiles, Pablo sà no consideran lo que merecÃan, sino que cubren su bajeza y conducta vergonzosa arrojándoles velo, hasta que los gentiles estuvieron completamente persuadidos, de que el evangelio les habÃa llegado desde la fuente celestial, desde el santuario de Dios, desde una nación elegida. Porque el Señor, al pasar por otras naciones, los habÃa seleccionado como un pueblo peculiar para él, y los habÃa adoptado como sus hijos, como a menudo testifica Moisés y los profetas; y no contento simplemente con darles el nombre de niños, los llama a veces su primogénito y, a veces, su amado. Entonces el Señor dice en Ãxodo 4:22, -
âMi hijo primogénito es Israel; deja ir a mi hijo para que me sirva ".
En Jeremias 31:9, se dice,
"Me he convertido en un padre para Israel, y EfraÃn es mi primogénito:"
y de nuevo: â¿No es mi hijo EfraÃn precioso para mÃ? ¿No es un niño encantador? Por lo tanto, preocupado por él son mis entrañas, y aún lo tendré lástima. Con estas palabras quiere decir, no solo para expresar su amabilidad hacia el pueblo de Israel, sino para exhibir la eficacia de la adopción, a través de la cual se transmite la promesa de la herencia celestial.
Gloria significa la excelencia en la cual el Señor habÃa levantado a esa gente por encima de todas las demás naciones, y que de muchas y diversas maneras, y especialmente al morar en medio de ellas; porque además de muchas otras señales de su presencia, exhibió una prueba singular de ello en el arca, donde dio respuestas, y también escuchó a su gente, que podrÃa mostrar su poder para ayudarlos: y por esta razón se le llamó " la gloria de Dios ". ( 1 Samuel 4:22.) (287)
Como él ha distinguido aquà entre pactos (288) y promesas, podemos observar esta diferencia, que un pacto es lo que se expresa en palabras distintas y acostumbradas, y contiene una estipulación mutua, como la que se hizo con Abraham; pero las promesas son con lo que nos encontramos en todas partes en la Escritura; porque cuando Dios una vez hizo un pacto con su pueblo antiguo, continuó ofreciéndoles, a menudo con nuevas promesas, su favor. De aquà se deduce que las promesas se deben rastrear hasta el pacto en cuanto a su verdadera fuente; De la misma manera que se puede decir que las ayudas especiales de Dios, por medio de las cuales testifica su amor hacia los fieles, fluyen de la verdadera fuente de la elección. Y como la ley no era más que una renovación del pacto, y sancionaba más plenamente su recuerdo, la legislación o la entrega de la ley, parece aplicarse aquà de manera peculiar a las cosas que la ley decretó: porque no fue honor común conferido al pueblo judÃo, que tenÃan a Dios como su legislador. Porque si algunos se glorificaron en sus Solons y Lycurguses, ¿cuánta razón más habÃa para glorificarse en el Señor? de esto tiene una cuenta en Deuteronomio 4:32. Al adorar, comprende la parte de la ley en la que se prescribe la forma legÃtima de adorar a Dios, como los ritos y las ceremonias. Estos deberÃan haber sido considerados lÃcitos a causa del nombramiento de Dios; sin lo cual, cualquier cosa que los hombres ideen no es más que una profanación de la religión.
VersÃculo 5
5. De quién son los padres, etc. De hecho, es de cierta importancia descender de los santos y hombres amados de Dios, ya que Dios prometió misericordia a los padres piadosos. con respecto a sus hijos, incluso a miles de generaciones, y especialmente en las palabras dirigidas a Abraham, Isaac y Jacob, como encontramos en Génesis 17:4, y en otros pasajes. No importa, que esto en sà mismo, cuando se separa del temor de Dios y la santidad de la vida, es vano e inútil: porque encontramos que el caso fue el mismo en cuanto a adoración y gloria, como es evidente en todas partes en los profetas. , especialmente en IsaÃas 1:11; IsaÃas 60:1; y también en Jeremias 7:4. Pero, cuando Dios dignificó estas cosas, cuando se unió con atención a la piedad, con cierto grado de honor, las enumeró justamente entre los privilegios de los judÃos. De hecho, se dice que son los herederos de las promesas por esta misma razón, porque descendieron de los padres. ( Hechos 3:25.)
De quién es Cristo, etc. Los que aplican esto a los padres, como si Pablo solo quisiera decir que Cristo habÃa descendido de los padres, no tienen razón para alegarlo: porque su objetivo era cerrar su cuenta de la preeminencia. de los judÃos por este encomio, que Cristo procedió de ellos; porque no era algo que se estimara a la ligera, estar unido por una relación natural con el Redentor del mundo; porque si él hubiera honrado a toda la raza humana, al unirse a nosotros por una comunidad de la naturaleza, mucho más los honrarÃa, con quienes tuvo un vÃnculo más cercano de unión. Al mismo tiempo, debe mantenerse siempre que, cuando este favor de aliarse por parentesco no esté relacionado con la piedad, está tan lejos de ser una ventaja que, por el contrario, conduce a una mayor condena.
Pero tenemos aquà un pasaje notable: que en Cristo dos naturalezas se distinguen de tal manera, que están al mismo tiempo unidas en la misma persona de Cristo: porque al decir que Cristo habÃa descendido de los judÃos, declaró su humanidad real. Las palabras según la carne, que se agregan, implican que él tenÃa algo superior a la carne; y aquà parece haber una distinción evidente hecha entre humanidad y divinidad. Pero finalmente los conecta a ambos, donde dice que el Cristo, que habÃa descendido de los judÃos según la carne, es Dios bendecido para siempre.
Además, debemos observar que esta atribución de alabanza no pertenece a nadie sino solo al Dios verdadero y eterno; porque él declara en otro lugar, ( 1 Timoteo 1:17), que es solo el Dios verdadero a quien se le debe honor y gloria. Los que rompen esta cláusula del contexto anterior, para que puedan quitarle a Cristo un testimonio tan claro de su divinidad, el intento más presuntuoso, de introducir la oscuridad en medio de la luz más clara; porque las palabras evidentemente significan esto: Cristo, que es de los judÃos según la carne, es Dios bendecido para siempre (289) Y dudo que no, pero que Pablo, que tuvo que lidiar duro con un reproche que se le instó, levantó intencionalmente su propia mente a la contemplación de la gloria eterna de Cristo; ni hizo esto tanto por su propio bien individualmente, como con el propósito de alentar a otros con su ejemplo para que expresen sus pensamientos.
[Stuart] muestra muy claramente que la posición misma de las palabras y su conexión con el contexto no admitirán otra construcción que la que contiene nuestra versión.
Es bien sabido que en hebreo la palabra "bendecido" siempre se antepone a "Dios", o Jehová, cuando es una atribución de alabanza; y parece que la Septuaginta ha seguido en más de treinta instancias el mismo orden y, de hecho, en todas las instancias excepto una, (Salmo 68:19) y eso evidentemente es un error tipográfico. Lo mismo es el caso con todos los ejemplos en el Nuevo Testamento. De modo que si la frase aquà era una doxologÃa, debe haber sido escrita εá½Î»Î¿Î³Î·Ïá½¸Ï á½ ÎεόÏ. En el idioma galés, que en muchos de sus idiomas es idéntico al hebreo, el orden de las palabras es el mismo : cuando se trata de una doxologÃa, la palabra "bendito" precede invariablemente a la palabra "Dios"; y de lo contrario lo sigue.
La opinión de [Crisóstomo] sobre esta oración, a la que [Erasmo] concede cierta importancia, no tiene ningún valor, ya que no entendió el hebreo; y Paul, en su mayor parte, escribió como hebraÃsta.
El participio ὢν, que se pone para á¼ÏÏι es lo que es común en hebreo y en el Nuevo Testamento. Vea una instancia notable de dos participios y un verbo en el medio, en Apocalipsis 1:4. Se ha dicho que "amén" sigue inadecuadamente una oración declarativa; pero vea una instancia en Romanos 1:25
Es justamente observado por [Stuart], que el contexto requiere la aplicación de esta oración a Cristo, ya que de lo contrario no habrÃa antÃtesis a las palabras "según la carne". - Ed.
VersÃculo 6
6. No sin embargo, etc. Paul habÃa sido arrastrado por el ardor de su deseo, por asà decirlo, a un exceso de sentimiento (en éxtasis) pero ahora, al regresar a su oficina como maestro, agrega lo que puede considerarse como algo que califica lo que habÃa dicho, como si fuera a contener el dolor excesivo. Y en la medida en que al deplorar la ruina de su propia nación, esta inconsistencia parece seguir, que el pacto hecho por Dios con la simiente de Abraham habÃa fallado (porque el favor de Dios no podrÃa haber estado queriendo a los israelitas sin que el pacto fuera abolido), anticipa razonablemente esta inconsistencia, y muestra que, a pesar de la gran ceguera de los judÃos, el favor de Dios continuó aún a ese pueblo, de modo que la verdad del pacto se mantuvo firme.
Algunos leen, "Pero no es posible", etc., como si estuviera en griego οἷον Ïε (290) pero como yo no encuentro esta lectura en ninguna copia, adopto la lectura común, sin embargo no ha fallado, etc., y de acuerdo con este sentido, "que lamento la destrucción de mi nación no es porque creo que la promesa, dada anteriormente por Dios para Abraham, ahora está vacÃo o abolido ".
Para no todos, etc. La declaración es, - que la promesa fue tan dada a Abraham y a su simiente, que la herencia no pertenecÃa a cada simiente sin distinción; Por lo tanto, se deduce que la deserción de algunos no prueba que el pacto no permanezca firme y válido.
Pero para que sea más evidente con qué condición el Señor adoptó la posteridad de Abraham como un pueblo peculiar para sà mismo, dos cosas deben considerarse aquÃ. La primera es, que la promesa de salvación dada a Abraham pertenece a todos los que pueden rastrear su descendencia natural hasta él; porque se ofrece a todos sin excepción, y por esta razón se les llama con razón los herederos del pacto hecho con Abraham; y a este respecto, son sus sucesores o, como los llama la Escritura, los hijos de la promesa. Ya que era la voluntad del Señor que su pacto se sellara, no menos en Ismael y Esaú, que en Isaac y Jacob, parece que no estaban completamente alienados de él; excepto, puede ser, usted no tiene en cuenta la circuncisión, que les fue conferida por el mandato de Dios; pero no puede considerarse asà sin deshonrar a Dios. Pero esto les pertenecÃa, de acuerdo con lo que el Apóstol habÃa dicho antes, "de quién son los convenios", aunque eran incrédulos; y en Hechos 3:25, son llamados por Pedro, los hijos de los convenios, porque eran los descendientes de los Profetas. El segundo punto a considerar es que los hijos de la promesa son estrictamente aquellos en quienes se encuentra su poder y efecto. Por esta razón, Pablo niega aquà que todos los hijos de Abraham fueran hijos de Dios, aunque el Señor habÃa hecho un pacto con ellos, porque pocos continuaron en la fe del pacto; y, sin embargo, Dios mismo testifica, en Ezequiel 6:9, que todos fueron considerados por él como niños. En resumen, cuando un pueblo entero se llama herencia y pueblo peculiar de Dios, lo que se quiere decir es que han sido elegidos por el Señor, la promesa de salvación les ha sido ofrecida y confirmada por el sÃmbolo de la circuncisión; pero como muchos por su ingratitud rechazan esta adopción, y por lo tanto disfrutan en ningún grado de sus beneficios, surge entre ellos otra diferencia con respecto al cumplimiento de la promesa. Para que luego no le parezca extraño a nadie, que este cumplimiento de la promesa no fue evidente en muchos de los judÃos, Pablo niega que hayan sido incluidos en la verdadera elección de Dios.
Algunos pueden preferir una declaración como esta: "La elección general del pueblo de Israel no es un obstáculo, que Dios no debe de ellos elegir por su consejo oculto a los que quiere". De hecho, es un ilustre ejemplo de misericordia gratuita, cuando Dios se dignó hacer un pacto de vida con una nación: pero su favor oculto parece más evidente en esa segunda elección, que se limita solo a una parte.
Pero cuando dice que todos los que son de Israel no son israelitas, y que todos los que son de la simiente de Abraham no son niños, es una especie de cambio en el significado de las palabras, (ÏαÏονομαÏία ); porque en la primera cláusula incluye a toda la raza, en la segunda se refiere solo a los verdaderos hijos, que no se degeneraron.
VersÃculo 7
7. Pero, "En Isaac se llamará tu simiente". Pablo menciona esto, para mostrar que la elección oculta de Dios anula el llamado externo, y que aún no es inconsistente con él, sino que, por el contrario, tiende a su confirmación y finalización. Para que luego, en el debido orden, pruebe ambas cosas, en primer lugar asume, que la elección de Dios no está vinculada a los descendientes naturales de Abraham, y que no es algo que esté incluido en las condiciones del pacto: y Esto es lo que ahora confirma con el ejemplo más adecuado. Porque si hubiera habido alguna progenie natural, que no se alejara del pacto; este deberÃa haber sido especialmente el caso con aquellos que obtuvieron el privilegio al principio: pero cuando descubrimos que el de los primeros hijos de Abraham, mientras él todavÃa estaba vivo, y la promesa nueva, uno de ellos fue separado como la simiente, ¿Cuánto más podrÃa haber sucedido lo mismo en su lejana posteridad? Ahora este testimonio se toma de Génesis 17:20, donde el Señor le responde a Abraham, que habÃa escuchado su oración por Ismael, pero que habrÃa otra persona en quien descansarÃa la bendición prometida. Por lo tanto, se deduce que algunos hombres son elegidos por privilegio especial de las personas elegidas, en quienes la adopción común se vuelve eficaz y válida.
VersÃculo 8
8. Es decir, no lo son, etc. Ahora recoge de la respuesta de Dios una proposición, que incluye todo lo que tenÃa a la vista. Porque si Isaac, y no Ismael, fue la simiente, aunque uno como el otro era el hijo de Abraham, debe ser que todos los hijos naturales no deben ser considerados como la simiente, sino que la promesa se cumple especialmente solo en algunos , y que no pertenece comúnmente e igualmente a todos. Ãl llama a esos los hijos de la carne, que no tienen nada superior a un descenso natural; ya que son los hijos de la promesa, que son seleccionados especialmente por el Señor.
VersÃculo 9
9. Porque la palabra de promesa es esta, etc. Ãl agrega otro testimonio divino; y vemos, por la aplicación hecha con él, con qué cuidado y habilidad explica las Escrituras. Cuando él dijo, el Señor dijo que vendrÃa, y que un hijo le nacerÃa a Abraham de Sara, él insinuó que su bendición aún no se habÃa conferido, pero que aún estaba suspendida. (291) Pero Ismael ya habÃa nacido cuando se dijo esto: entonces la bendición de Dios no tenÃa en cuenta a Ismael. También podemos observar, por cierto, la gran precaución con la que procede aquÃ, para no exasperar a los judÃos. Al pasar por alto la causa, primero simplemente afirma el hecho; en adelante abrirá la fuente.
La exposición de [Gesenius], adoptada por [Tholuck] y [Stuart], âcuando se renueve el tiempoâ, no concuerda con el pasaje, ya que introduce una tautologÃa. [Hammond] dice que los hebreos interpretan la expresión en Reyes como el tiempo entre la concepción y el nacimiento. - Ed.
VersÃculo 10
10. Y no solo, etc. Hay en este capÃtulo algunas oraciones rotas, como esta, pero Rebecca también, que habÃa concebido por uno, nuestro padre Isaac; porque se va en el medio, antes de llegar al verbo principal. Sin embargo, el significado es que la diferencia en cuanto a la posesión de la promesa no solo se puede ver en los hijos de Abraham, sino que hay un ejemplo mucho más evidente en Jacob y Esaú: porque en el primer caso algunos podrÃan alegar que su condición era desigual, siendo el hijo de una sirvienta; pero estos eran de la misma madre, e incluso eran gemelos: sin embargo, uno fue rechazado y el otro fue elegido por el Señor. Por lo tanto, está claro que el cumplimiento de la promesa no tiene lugar indiscriminadamente en todos los hijos de la carne.
Y como Pablo se refiere a las personas a quienes Dios dio a conocer su propósito, prefiero considerar un pronombre masculino para ser entendido, en lugar de un neutro, como lo ha hecho [Erasmo]: porque el significado es que la elección especial de Dios no habÃa sido revelado solo a Abraham, pero también a Rebecca, cuando dio a luz a sus gemelos. (292)
10. Y no solo eso, sino que Rebecca también recibió un mensaje, cuando concibió por el primero, (es decir, hijo o semilla), incluso nuestro padre Isaac:
11. porque todavÃa no han nacido y no han hecho ningún bien o mal, para que el propósito de Dios según las elecciones no se mantenga
12. a través de las obras, pero a través del que llama, se le dijo: "El mayor servirá al menor".
Las palabras á¼Î¾ á¼Î½á½¸Ï, traducidas comúnmente "por uno" nunca se han tenido en cuenta satisfactoriamente. Eso. parece ser una instancia de hebraÃsmo; la palabra ×××, "uno", significa también "primero". Tenemos otras instancias de esto en el Nuevo Testamento ; Îµá¼°Ï Î¼á½·Î±Î½ ÏÏν ÏαββάÏÏν - "el primer (es decir, dÃa) de la semana", Mateo 28:1; ver también Marco 16:2; Juan 20:19. âEl primer dÃaâ en Génesis 1:5, es interpretado por la Septuaginta , ἡμέÏα μία. Isaac fue el primer hijo o semilla de la promesa: y se hizo una diferencia en los hijos de los primeros semilla. Pero este significado de Îµá¼°Ï es dicho por [Schleusner] para ser sancionado por escritores griegos, como [Heródoto] y [TucÃdides] No hay necesidad de introducir la palabra "niños" al comienzo de Romanos 9:11; el antecedente en este caso, como sucede a veces, viene después del pronombre; y es el "anciano" y el "más joven" al final de Romanos 9:12. - Ed.
VersÃculo 11
11. Para cuando los niños, etc. Ahora comienza a ascender más alto, incluso para mostrar la causa de esta diferencia, que nos enseña que no hay otro lugar para estar encontrado excepto en la elección de Dios. De hecho, antes habÃa notado brevemente, que habÃa una diferencia entre los hijos naturales de Abraham, que aunque todos fueron adoptados por la circuncisión para participar del pacto, la gracia de Dios no fue efectiva en todos ellos; y de ahà que ellos, que disfrutan del favor de Dios, sean hijos de la promesa. Pero cómo sucedió asÃ, ha estado en silencio o ha insinuado oscuramente. Ahora, de hecho, él atribuye abiertamente toda la causa a la elección de Dios, y eso es gratuito, y de ninguna manera depende de los hombres; para que en la salvación del piadoso no se busque nada más alto (nihil superius) que la bondad de Dios, y nada más alto en la perdición de los reprobados que su justa severidad.
Entonces, la primera proposición es: "Como la bendición del pacto separa a la nación israelita de todas las demás personas, asà la elección de Dios hace una distinción entre los hombres en esa nación, mientras que él predestina a algunos a la salvación y otros a la condenación eterna". " La segunda proposición es: âNo hay otra base para esta elección que la bondad de Dios solo, y también desde la caÃda de Adán, su misericordia; que abraza a quien le plazca, sin tener en cuenta lo que sea a sus obras ". La tercera es: "El Señor en su elección gratuita es libre y está exento de la necesidad de impartir igualmente la misma gracia a todos; pero, por el contrario, pasa por quien quiere, y a quién quiere elige. Todas estas cosas que Pablo incluye brevemente en una oración: luego pasa a otras cosas.
Además, con estas palabras, cuando los niños aún no habÃan nacido, ni habÃan hecho ningún bien o mal, él muestra que Dios al hacer la diferencia no pudo haber tenido en cuenta las obras, porque aún no se habÃan hecho. Ahora, los que discuten del otro lado y dicen que esta no es razón por la cual la elección de Dios no deberÃa hacer una diferencia entre los hombres de acuerdo con los méritos de las obras, porque Dios prevé quiénes son quienes por obras futuras serÃan dignos o indignos de su gracia, no son más clarividentes que Pablo, sino que tropiezan con un principio teológico que deberÃa ser bien conocido por todos los cristianos, a saber, que Dios no puede ver nada en la naturaleza corrupta del hombre, como lo fue en Esaú y Jacob, para inducirlo a manifestar su favor. Cuando, por lo tanto, dice que ninguno de los dos habÃa hecho nada bueno o malo, lo que él dio por sentado también debe agregarse: que ambos eran hijos de Adán, por naturaleza pecaminosos, y dotados de ninguna partÃcula de justicia.
No me detengo tanto en explicar estas cosas, porque el significado del Apóstol es oscuro; pero como los sofistas, no contentos con su sentido común, se esfuerzan por evadirlo mediante distinciones frÃvolas, deseé demostrar que Pablo no ignoraba de ninguna manera las cosas que alegan.
Se puede decir además que, aunque esa corrupción sola, que se difunde a través de toda la raza humana, es suficiente, antes de que estalle, como dicen, en acción, para su condena, y de ahà se deduce que Esaú fue justamente rechazado. , porque él era naturalmente un hijo de ira, aún era necesario, para que no quedara ninguna duda, como si su condición empeorara por cualquier vicio o falta, que los pecados no menos que las virtudes debÃan ser excluidos. De hecho, es cierto que la causa inmediata de la reprobación es la maldición que todos heredamos de Adán; sin embargo, para que podamos aprender a aceptar la simple y simple buena voluntad de Dios, Pablo nos retira de este punto de vista, hasta que haya establecido esta doctrina: que Dios tiene una razón suficientemente justa para elegir y reprobar, en su propia voluntad . (293)
Que el propósito de Dios según la elección, etc. Ãl habla de la elección gratuita de Dios casi en cada caso. Si las obras tuvieran algún lugar, deberÃa haber dicho: "Para que su recompensa pueda mantenerse a través de las obras". pero él menciona el propósito de Dios, que está incluido, por asà decirlo, solo en su propio placer. Y para que no quede ningún motivo de disputa sobre el tema, ha eliminado toda duda al agregar otra cláusula, de acuerdo con las elecciones, y luego una tercera, no a través de obras, sino a través del que llama. Ahora apliquemos nuestras mentes más de cerca a este pasaje: dado que el propósito de Dios según la elección se establece de esta manera, que antes de que nacieran los hermanos, y hubieran hecho bien o mal, uno fue rechazado y el otro elegido ; Por lo tanto, se deduce que cuando alguien atribuye la causa de la diferencia a sus obras, subvierte el propósito de Dios. Ahora, al agregar, no a través de obras, sino a través de aquel que llama, quiere decir, no a causa de las obras, sino solo de la llamada; porque desea excluir las obras por completo. Tenemos entonces toda la estabilidad de nuestra elección encerrada solo en el propósito de Dios: aquà los méritos no sirven de nada, ya que no emiten nada más que la muerte; no se considera dignidad, porque no hay ninguna; pero la bondad de Dios reina solo. Falso, entonces, es el dogma, y ââcontrario a la palabra de Dios, que Dios elige o rechaza, ya que prevé que cada uno sea digno o indigno de su favor. (294)
âNo opone las obras a la fe, sino al que llama, o al llamado que precede a la fe, es decir, al llamado que está de acuerdo con el propósito de Dios. Pablo quiere decir que la diferencia entre Jacob y Esaú se hizo a través de la voluntad y el placer únicos de Dios, no a través de sus voluntades u obras, existentes o previstas ". - Poli Syn.
Sin embargo, algunos de los Padres, como [Crisóstomo] y [Theodoret], asà como algunos teólogos modernos, atribuyen la elección a las obras previstas. Cómo esto es conciliable con el argumento del Apóstol, y con las instancias que aduce, es realmente muy difÃcil de ver. Una forma de evadir el argumento del apóstol es que la elección aquà es privilegios temporales y externos. Sea asÃ: que esto se otorgue; pero el apóstol lo presenta como una ilustración, ¿y de qué? más claramente de elección espiritual y eterna. Se refiere tanto al mismo principio, a la libre elección de Dios, y no a nada en el hombre. "Dios previó la disposición de cada uno". - [Theodoret] y [Crisóstomo] "Su elección se corresponde con la disposición prevista de los hombres". - [Theodoret] "Fue hecho por la presciencia de Dios, por lo que él sabÃa aún no nacido, lo que cada uno serÃa". - [AgustÃn] Estas son citas hechas por un escritor moderno ([Bos] anquet) con aprobación: pero seguramente nada podrÃa ser sugerido más directamente contrario a las declaraciones y el argumento del Apóstol. Hay un error, aprendo, en cuanto a la última cita; quizás similar a lo que se hizo al citar a [AgustÃn] en la última parte del séptimo capÃtulo de esta EpÃstola, donde el escritor cita un sentimiento de [AgustÃn], que luego se retractó, algo que los defensores de Popery han hecho a menudo. , pero de ninguna manera convertirse en protestante. - Ed.
VersÃculo 12
12. El mayor servirá al menor Vea cómo el Señor hace la diferencia entre los hijos de Isaac, mientras todavÃa estaban en el vientre de su madre; porque esta fue la respuesta celestial, por la cual parecÃa que Dios diseñó mostrarle al favor peculiar más joven, lo cual él negó al anciano. Aunque esto de hecho tenÃa referencia al derecho de primogenitura, sin embargo, en esto, como el sÃmbolo de algo más grande, se manifestó la voluntad de Dios: y ese fue el caso que podemos percibir fácilmente, cuando consideramos qué poco beneficio, de acuerdo con el carne, Jacob deriva de su primogenitura. Porque estaba, por su cuenta, expuesto a un gran peligro; y para evitar este peligro, se vio obligado a abandonar su hogar y su paÃs, y recibió un trato cruel en su exilio: cuando regresó, temblando y dudando de su vida, se postró a los pies de su hermano, preguntó humildemente perdón por su ofensa, y vivió la indulgencia que se le mostró. ¿Dónde estaba su dominio sobre su hermano, de quien se vio obligado a buscar suplicando su vida? HabÃa entonces algo más grande que la primogenitura prometida en la respuesta dada por el Señor.
VersÃculo 13
13. Como está escrito, Jacob amé, etc. Ãl confirma, con un testimonio aún más fuerte, cuánto sirvió la respuesta celestial, dada a Rebecca. su propósito actual, es decir, que la condición espiritual de ambos estaba Ãntimada por el dominio de Jacob y la servidumbre de Esaú, y también que Jacob obtuvo este favor por la bondad de Dios, y no por su propio mérito. Entonces este testimonio del profeta muestra la razón por la cual el Señor confirió a Jacob la primogenitura: y está tomado del primer capÃtulo de MalaquÃas, donde el Señor, reprochando a los judÃos su ingratitud, les menciona su anterior amabilidad: te he amado ", dice; y luego se refiere al origen de su amor: "¿No fue Esaú el hermano de Jacob?" como si dijera: "¿Qué privilegio tenÃa él, que preferirÃa que él a su hermano? Ninguno lo que sea. De hecho, era un derecho igual, excepto que, según la ley de la naturaleza, el menor deberÃa haber servido al mayor; TodavÃa elegà el uno y rechacé el otro; y asà fui guiado solo por mi misericordia, y por ninguna dignidad en cuanto a las obras. Por lo tanto, te elegà para mi pueblo, para que yo pudiera mostrar la misma amabilidad a la simiente de Jacob; pero rechacé a los edomitas, la progenie de Esaú. Ustedes son mucho peores, ya que el recuerdo de un favor tan grande no puede estimularlos a adorar a mi majestad â. (295) Ahora, aunque hay bendiciones terrenales registradas, que Dios habÃa conferido a los israelitas, aún no es correcto verlas sino sÃmbolos de su benevolencia : porque donde está la ira de Dios, allà sigue la muerte; pero donde está su amor, hay vida.
VersÃculo 14
14. ¿Qué diremos entonces? etc. La carne no puede escuchar esta sabidurÃa de Dios sin ser instantáneamente perturbada por innumerables preguntas y sin intentar llamar a Dios a una cuenta. Por lo tanto, encontramos que el Apóstol, siempre que trata de algún gran misterio, obvia los muchos absurdos por los cuales sabÃa que las mentes de los hombres serÃan poseÃdas de otra manera; porque cuando los hombres escuchan algo de lo que las Escrituras enseñan con respecto a la predestinación, se enredan especialmente con muchos impedimentos.
La predestinación de Dios es, en realidad, un laberinto, del cual la mente del hombre no puede liberarse de ninguna manera: pero tan irracional es la curiosidad del hombre, que cuanto más peligroso es el examen de un tema, más audazmente procede; de modo que cuando se discute la predestinación, ya que no puede contenerse dentro de los lÃmites debidos, inmediatamente, a través de su precipitación, se sumerge, por asà decirlo, en las profundidades del mar. ¿Qué remedio hay para los piadosos? ¿Deben evitar todo pensamiento de predestinación? De ninguna manera: ya que el EspÃritu Santo no nos ha enseñado más que lo que nos corresponde saber, el conocimiento de esto sin duda serÃa útil, siempre y cuando se limite a la palabra de Dios. Entonces, que esta sea nuestra regla sagrada, buscar no saber nada al respecto, excepto lo que la Escritura nos enseña: cuando el Señor cierre su boca santa, también paremos el camino, para que no podamos ir más lejos. Pero como somos hombres, a quienes naturalmente surgen preguntas tontas, escuchemos de parte de Pablo cómo deben cumplirse.
¿Hay injusticia con Dios? Seguramente monstruosa es la locura de la mente humana, que está más dispuesta a acusar a Dios de injusticia que culparse de ceguera. De hecho, Paul no deseaba salir de su camino para descubrir cosas por las cuales pudiera confundir a sus lectores; pero lo tomó de lo que era común la sugerencia malvada, que inmediatamente entra en la mente de muchos, cuando escuchan que Dios determina respetar a cada individuo de acuerdo con su propia voluntad. De hecho, es como la carne se imagina, una especie de injusticia, que Dios debe pasar por uno y mostrar respeto por el otro.
Para eliminar esta dificultad, Pablo divide su tema en dos partes; en el primero de los cuales habla de los elegidos, y en el segundo de los reprobados; y en la una nos tendrÃa que contemplar la misericordia de Dios, y en la otra reconocer su justo juicio. Su primera respuesta es que el pensamiento de que hay injusticia con Dios merece ser aborrecido, y luego muestra que con respecto a las dos partes, no puede haber ninguna.
Pero antes de continuar, podemos observar que esta misma objeción prueba claramente que, en la medida en que Dios elige a algunos y pasa por otros, la causa no se encuentra en nada más que en su propio propósito; porque si la diferencia se hubiera basado en obras, Pablo no habrÃa mencionado esta pregunta con respecto a la injusticia de Dios, no se habrÃa sospechado al respecto si Dios tratara a cada uno según su mérito. También puede notarse, en segundo lugar, que aunque vio que esta doctrina no podÃa ser tocada sin emocionantes clamores instantáneos y espantosas blasfemias, él la presentó abierta y abiertamente; no, él no oculta cuánta ocasión para murmurar y clamar se nos da, cuando escuchamos que antes de que los hombres nazcan, su suerte es asignada a cada uno por la voluntad secreta de Dios; y sin embargo, a pesar de todo esto, él continúa, y sin subterfugios, declara lo que habÃa aprendido del EspÃritu Santo. Por lo tanto, se deduce que sus fantasÃas no deben ser soportadas de ninguna manera, quienes pretenden parecer más sabios que el EspÃritu Santo para eliminar y pacificar las ofensas. Para que no puedan criminalizar a Dios, deben confesar honestamente que la salvación o la perdición de los hombres depende de su libre elección. Si frenan sus mentes de la curiosidad impÃa y eviten sus lenguas de la libertad inmoderada, su modestia y sobriedad merecerÃan aprobación; pero para restringir al EspÃritu Santo y a Pablo, ¡qué audacia es! Deje que esa magnanimidad prevalezca en la Iglesia de Dios, ya que los maestros piadosos no se avergüencen de hacer una profesión honesta de la verdadera doctrina, por odiada que sea, y también de refutar cualquier calumnia que puedan presentar los impÃos.
VersÃculo 15
15. Porque le dijo a Moisés, etc. (296) Con respecto a los elegidos , Dios no puede ser acusado de ninguna injusticia; porque, según su buen gusto, los favorece con misericordia; y, sin embargo, incluso en este caso, la carne encuentra razones para murmurar, ya que no puede conceder a Dios el derecho de mostrar favor a uno y no a otro, salvo que la causa sea evidente. Como entonces parece irracional que algunos sin mérito sean preferidos a otros, la petulancia de los hombres pelea con Dios, como si él difiriera a las personas más de lo que es correcto. Veamos ahora cómo Pablo defiende la justicia de Dios.
En primer lugar, de ninguna manera oculta u oculta lo que vio que no le agradarÃa, sino que lo mantiene con firmeza inflexible. Y en segundo lugar, se esfuerza por no buscar razones para suavizar su aspereza, pero lo considera suficiente para controlar los viles ladridos de los testimonios de las Escrituras.
De hecho, puede parecer una defensa gélida que Dios no es injusto, porque es misericordioso con quien quiere; pero como Dios considera que su propia autoridad es lo suficientemente abundante, de modo que no necesita la defensa de nadie, Pablo pensó que era suficiente para designarlo como el vindicador de su propio derecho. Ahora Pablo presenta aquà la respuesta que Moisés recibió del Señor, cuando oró por la salvación de todo el pueblo, "Mostraré misericordia", fue la respuesta de Dios, "en quien mostraré misericordia, y tendré compasión de con quien tendré compasión ". Mediante este oráculo, el Señor declaró que no es deudor de nadie de la humanidad, y que todo lo que da es un beneficio gratuito, y que su bondad es gratuita, de modo que puede conferirla a quien quiera; y, por último, que no se puede pensar en una causa superior a su propia voluntad, por qué hace el bien y muestra favor a algunos hombres pero no a todos. Las palabras en realidad significan tanto como si hubiera dicho: "De aquel a quien una vez me propuse mostrar misericordia, nunca se lo quitaré; y con amabilidad perpetua lo seguiré a quien he determinado que es amable ". Y asà asigna la razón más alta para impartir gracia, incluso su propio propósito voluntario, y también insinúa que ha diseñado su misericordia peculiarmente para algunos; porque es una forma de hablar que excluye todas las causas externas, ya que cuando reclamamos para nosotros mismos el poder libre de actuar, decimos: "Haré lo que quiero hacer". El pronombre relativo también Ãntimamente expresa, que la misericordia no es para todos indiscriminadamente. Su libertad es quitada de Dios, cuando su elección está ligada a causas externas.
La única causa verdadera de salvación se expresa en las dos palabras utilizadas por Moisés. El primero es ×× ×, chenen, que significa favorecer o mostrar amabilidad libre y generosamente; el otro es ר××, volver a comprobar, que debe tratarse con piedad. Asà se confirma lo que Pablo pretendÃa, que la misericordia de Dios, siendo gratuita, no está bajo restricción, sino que gira donde quiera. (297)
VersÃculo 16
16. No es de él quien quiere, etc. Del testimonio presentado extrae esta inferencia, que más allá de toda controversia, nuestra elección no debe atribuirse a nuestra diligencia, ni nuestro esfuerzo, ni nuestros esfuerzos, sino que debe ser referido totalmente al consejo de Dios. Que ninguno de ustedes piense que los elegidos son elegidos porque se lo merecen, o porque de alguna manera se habÃan obtenido el favor de Dios, o, en resumen, porque tenÃan en ellos una partÃcula de dignidad por la cual Dios puede ser movido, simplemente tome este punto de vista del asunto, que no es ni por nuestra voluntad ni por nuestros esfuerzos (porque él se ha esforzado por esforzarse o esforzarse) que somos contados entre los elegidos, sino que depende totalmente de lo divino bondad, que por sà misma elige a aquellos que no lo harán, ni se esforzarán, ni siquiera pensarán en tal cosa. Y los que razonan de este pasaje, que hay en nosotros algún poder para luchar, pero que no tiene efecto en sà mismo a menos que sea asistido por la misericordia de Dios, mantienen lo que es absurdo; porque el apóstol no muestra lo que hay en nosotros, sino que excluye todos nuestros esfuerzos. Por lo tanto, es un simple sofisma decir que lo haremos y huiremos, porque Paul niega que sea él quien quiera o huya, ya que no quiso decir nada más que que ni querer ni correr puedan hacer nada.
Sin embargo, deben ser condenados quienes permanecen seguros y ociosos con la pretensión de dar lugar a la gracia de Dios; porque aunque nada se hace por su propio esfuerzo, ese esfuerzo que está influenciado por Dios no es ineficaz. Estas cosas, entonces, no se dicen que podemos apagar el EspÃritu de Dios, mientras que la chispa y la pereza enciende chispas dentro de nosotros; pero para que podamos entender que todo lo que tenemos es de él y que, por lo tanto, podemos aprender a pedirle todas las cosas, a esperar todas las cosas de él y a atribuirle todas las cosas, mientras procesamos el trabajo de nuestro salvación con miedo y temblor.
[Pelagio] ha intentado, mediante otro capricho sofisticado e inútil, evadir esta declaración de Pablo, que no solo es él quien quiere y corre, porque la misericordia de Dios ayuda. Pero [AgustÃn], no menos sólido que agudo, lo refutó asÃ: âSi se niega la voluntad del hombre como causa de elección, porque no es la única causa, sino solo en parte; asà también podemos decir que no es por misericordia, sino por el que quiere y corre, porque donde hay una cooperación mutua, deberÃa haber una recomendación recÃproca: pero, indudablemente, el último sentimiento cae en su propio absurdo ". Entonces, tengamos la seguridad de que la salvación de aquellos a quienes Dios se complace en salvar, se atribuye asà a su misericordia, para que nada quede en manos del hombre. (298)
Tampoco hay mucho más color para lo que algunos adelantan, quienes piensan que estas cosas se dicen en la persona de los impÃos; porque ¿cómo puede ser correcto cambiar los pasajes de la Escritura en los que se afirma la justicia de Dios, con el propósito de reprocharle la tiranÃa? ¿Y entonces es probable que Pablo, cuando la refutación era fácil y fácil, hubiera sufrido que la Escritura fuera tratada con burla burda? Pero se han apoderado de tales subterfugios, que midieron absurdamente este misterio incomparable de Dios por su propio juicio. Para sus oÃdos delicados y tiernos, esta doctrina era más irritante que la que podÃan considerar digna de un Apóstol. Pero más bien deberÃan haber doblado su propia terquedad a la obediencia del EspÃritu, para no rendirse a sus invenciones groseras.
La "voluntad" de Isaac de dar la bendición a Esaú, a pesar del anuncio hecho en su nacimiento, y la conducta de Rebecca para asegurarlo a Jacob, son ejemplos singulares de las imperfecciones del hombre y del poder dominante de Dios. Isaac actuó como si hubiera olvidado lo que Dios habÃa expresado como su voluntad; y Rebecca actuó como si Dios no pudiera realizar su propósito sin su interferencia, y también una interferencia, de una manera altamente impropia y pecaminosa. Fue la prueba de la fe, y la fe de ambos se detuvo en extremo; sin embargo, el propósito de Dios todavÃa se cumplió, pero la manera incorrecta en que se cumplió fue luego visitada con el disgusto de Dios. - Ed.
VersÃculo 17
17. Para la Escritura dice, etc. Llega ahora a la segunda parte, el rechazo de los impÃos, y como parece haber algo más irrazonable en esto , se esfuerza por hacer que sea más evidente, cómo Dios, al rechazar a quien quiere, no solo es irreprensible, sino también maravilloso en su sabidurÃa y justicia. Luego toma su prueba de Ãxodo 9:16, donde el Señor declara que fue él quien levantó a Faraón para este fin, que mientras se esforzaba obstinadamente por resistir el poder de Dios, podrÃa, al ser vencido y sometido, ofrece una prueba de cuán invencible es el brazo de Dios; soportar que, mucho menos resistirlo, ningún poder humano es capaz. ¡Vea entonces el ejemplo que el Señor diseñó para exhibir en Faraón! (299)
Aquà hay dos cosas a considerar: la predestinación de Faraón a la ruina, que debe referirse al pasado y, sin embargo, el consejo oculto de Dios, y luego, el diseño de esto, que debÃa dar a conocer el nombre de Dios; y sobre esto Pablo se detiene principalmente: porque si este endurecimiento fue de tal tipo, que por su cuenta el nombre de Dios merecÃa ser dado a conocer, es una cosa impÃa, según la evidencia derivada del efecto contrario, acusarlo con cualquier injusticia
Pero como muchos intérpretes, que se esfuerzan por modificar este pasaje, lo pervierten, primero debemos observar que, para la palabra "he levantado" o agitado, (excitavi), el hebreo es "he designado" (constitui ,) por lo cual parece que Dios, diseñando para mostrar, que la contumacia de Faraón no le impedirÃa liberar a su pueblo, no solo afirma, que su furia habÃa sido prevista por él, y que habÃa preparado los medios para contenerla. , pero que también lo habÃa ordenado asÃ, y de hecho para este fin, que podrÃa exhibir una evidencia más ilustre de su propio poder. (300) Absurdamente, entonces, algunos hacen este pasaje, - que el Faraón fue preservado por un tiempo; porque su comienzo es de lo que se habla aquÃ. Porque, al ver que a los hombres les suceden muchas cosas de diversos sectores, que retrasan sus propósitos e impiden el curso de sus acciones, Dios dice que el Faraón procedió de él y que su condición le fue asignada por él mismo, y con esta opinión está de acuerdo en que Verbo, he levantado. Pero eso nadie puede imaginar, que Faraón fue movido desde arriba por algún tipo de impulso común e indiscriminado, para precipitarse de cabeza en esa locura, se menciona la causa especial o el fin; como si se hubiera dicho, que Dios no solo sabÃa lo que Faraón harÃa, sino que también lo ordenó para este propósito. Por lo tanto, se deduce que es en vano luchar con él, como si estuviera obligado a dar una razón; porque él mismo se presenta ante nosotros y anticipa la objeción al declarar que el reprobado, a través del cual diseña su nombre para darse a conocer, procede de la fuente oculta de su providencia.
[Venema], asà como [Stuart], pensaban que la idea de excitar, despertar a la acción o estimular, debe atribuirse a los verbos aquà utilizados, y que lo que se quiere decir es que Dios por sus plagas despertó y excitó todo el mal que habÃa en el corazón de Faraón para los propósitos aquà descritos, y que por este proceso lo "endureció"; y la conclusión de Romanos 9:28 parece favorecer este punto de vista, ya que el endurecimiento mencionado no puede tener referencia a nada en el contexto, excepto a lo que se dice en este versÃculo.
Pero la visión más simple es la mencionada por [Wolfius]: se hace referencia a los peligros de los que Faraón ya habÃa escapado. Dios dice: "Te he hecho para estar de pie", es decir, para permanecer vivo en medio de ellos. Por lo tanto, vemos la razón por la cual Pablo cambió el verbo; para "preservar", usado por la Septuaginta, no expresaba completamente el significado; pero "levantar", por asà decirlo de las fauces de la muerte, transmite más completamente lo que significa el original. - Ed.
VersÃculo 18
18. A quien quiere, entonces muestra misericordia, etc. Aquà sigue la conclusión de ambas partes; que de ninguna manera puede entenderse como el lenguaje de ningún otro sino del Apóstol; porque inmediatamente se dirige a un oponente y aduce lo que podrÃa haber sido objetado por una parte opuesta. Por lo tanto, no hay duda de que Pablo, como ya te hemos recordado, habla estas cosas en su propia persona, a saber, que Dios, según su propia voluntad, favorece con misericordia a aquellos que le agrada, y desenvaina la severidad de su juicio. contra quienquiera que le parezca bueno. Para que nuestra mente esté satisfecha con la diferencia que existe entre los elegidos y los reprobados, y no pueda preguntar por ninguna causa más alta que la voluntad divina, su propósito era convencernos de esto: que a Dios le parece bueno iluminar a algunos que pueden ser salvos y cegar a otros para que perezcan: porque debemos notar particularmente estas palabras, a quién quiere y a quién quiere: más allá de esto, nos permite no proceder.
Pero la palabra endurece, cuando se aplica a Dios en las Escrituras, significa no solo permiso (como algunos moderadores dudosos lo tendrÃan), sino también la operación de la ira de Dios: por todas esas cosas externas, que conducen al cegamiento de la reprobados, son los instrumentos de su ira; y Satanás mismo, que trabaja internamente con gran poder, es hasta ahora su ministro, que no actúa, sino por su orden. (301) Entonces esa evasión frÃvola, que los escolares han recurrido para respetar el conocimiento previo, cae al suelo: porque Pablo nos enseña que la ruina de los impÃos es no solo previsto por el Señor, sino también ordenado por su consejo y su voluntad; y Salomón enseña lo mismo, que no solo se conoce la destrucción de los impÃos, sino que los impÃos mismos han sido creados para este mismo fin, para que perezcan. ( Proverbios 16:4.)
Se hace referencia al final de esta sección a Proverbios 16:4. La creación mencionada no puede entenderse en ningún otro sentido que el ejercicio continuo del poder divino para traer a la existencia a los seres humanos en su estado caÃdo actual. Pero "creación" no es la palabra utilizada, ni el pasaje se representa correctamente. No es ××¨× ni עש×, sino פע×; y no es un verbo sino un sustantivo. Literalmente, el pasaje es el siguiente:
Cada obra de Jehová es para su (o, su) propósito, E incluso el malvado es para el dÃa de la calamidad.
El reverendo [G. Holden] está muy indignado de que este texto se haya aplicado para apoyar la doctrina de la reprobación. Sea que ha sido mal aplicado; sin embargo, la doctrina no cae al suelo. Si Pablo no lo mantiene en este capÃtulo y en otros pasajes, debemos sostener que las palabras no tienen significado. La historia de la providencia de Dios es una confirmación obvia de la misma horrible verdad. - Ed.
VersÃculo 19
19. Entonces dirás, etc. AquÃ, de hecho, la carne especialmente tormentas, es decir, cuando oye que los que perecen han sido destinados por la voluntad de Dios a la destrucción De ahà que el Apóstol adopte nuevamente las palabras de un oponente; porque vio que no se podÃa contener la boca de los impÃos para que clamaran audazmente contra la justicia de Dios; y expresa muy bien su mente; por no contentarse con defenderse, hacen a Dios culpable en lugar de a sà mismos; y luego, después de haberle atribuido la culpa de su propia condena, se indignan contra su gran poder. (302) Están obligados a ceder; pero asaltan porque no pueden resistir; y atribuyéndole el dominio, de alguna manera lo acusan de tiranÃa. De la misma manera, los sofistas en sus escuelas disputan tontamente sobre lo que llaman su justicia absoluta, como si se olvidara de su propia justicia, probarÃa el poder de su autoridad arrojando todas las cosas en confusión. Entonces, habla lo impÃo en este pasaje: â¿Por qué tiene que estar enojado con nosotros? Dado que nos ha formado tal como somos, ya que nos lleva a su voluntad donde quiere, ¿qué más hace al destruirnos sino castigar su propio trabajo en nosotros? Porque no está en nuestro poder luchar con él; cuanto podamos resistir, él todavÃa tendrá la ventaja. Entonces será injusto su juicio, si nos condena; e incontenible es el poder que ahora emplea para nosotros ". ¿Qué dice Pablo a estas cosas?
VersÃculo 20
20. ¡Pero, hombre! quien eres tu etc. (303) Como es un participio en griego, podemos leer lo que sigue en tiempo presente, quién disputa o disputa, o se esfuerza en oposición a Dios; porque está expresado en griego de acuerdo con este significado: "¿Quién eres tú para entrar en una disputa con Dios?" Pero no hay mucha diferencia en el sentido. (304) En esta primera respuesta, no hace nada más que vencer a la blasfemia impÃa mediante un argumento tomado de la condición del hombre: en la actualidad se unirá a otro, por que él limpiará la justicia de Dios de toda culpa.
De hecho, es evidente que no se aduce una causa más alta que la voluntad de Dios. Dado que habÃa una respuesta lista, que la diferencia depende de razones justas, ¿por qué Pablo no adoptó una respuesta tan breve? Pero colocó la voluntad de Dios en el rango más alto por esta razón, para que solo nos baste por todas las demás causas. Sin duda, si la objeción hubiera sido falsa, que Dios, según su propia voluntad, rechaza a aquellos a quienes no honra con su favor, y elige a aquellos a quienes ama gratuitamente, Paul no habrÃa descuidado una refutación. El impÃo objeta y dice que los hombres están exentos de culpa si la voluntad de Dios ocupa el primer lugar en su salvación o en su perdición. ¿Pablo niega esto? No, por su respuesta lo confirma, es decir, que Dios determina respecto a los hombres, ya que le parece bien, y que los hombres en vano y locos se levantan para luchar con Dios; porque él asigna, por derecho propio, lo que quiera a lo que forma.
Pero los que dicen que Pablo, queriendo razón, tuvo que recurrir a la reprensión, emitieron una grave calumnia sobre el EspÃritu Santo: porque las cosas calculadas para vindicar la justicia de Dios, y listo, al principio no estaba dispuesto a aducir, porque no podÃan han sido comprendidos; sÃ, él modifica tanto su segunda razón, que no emprende una defensa completa, sino de tal manera que brinde una demostración suficiente de la justicia de Dios, si la consideramos con humildad y reverencia devotas.
Le recuerda al hombre lo que es especialmente importante para él, es decir, su propia condición; como si hubiera dicho: "Como eres hombre, te consideras polvo y cenizas; ¿por qué entonces contiendes con el Señor acerca de lo que no puedes entender? En una palabra, el Apóstol no presentó lo que podrÃa haberse dicho, sino lo que es adecuado para nuestra ignorancia. Los hombres orgullosos claman, porque Pablo, admitiendo que los hombres son rechazados o elegidos por el consejo secreto de Dios, no alega ninguna causa; como si el EspÃritu de Dios estuviera en silencio por falta de razón, y no más bien, que por su silencio nos recuerda que un misterio que nuestras mentes no pueden comprender debe ser adorado con reverencia, y que asà verifica la falta de curiosidad humana. Háganos saber, entonces, que Dios no se abstiene de hablar por ninguna otra razón, sino que ve que no podemos contener su inmensa sabidurÃa en nuestra pequeña medida; y por lo tanto con respecto a nuestra debilidad, nos lleva a la moderación y la sobriedad.
¿Qué se forma? etc. Vemos que Pablo se detiene continuamente en esto, que la voluntad de Dios, aunque su razón se nos oculta, debe ser considerada justa; porque muestra que está privado de su derecho, si no está en libertad de determinar qué ve con respecto a sus criaturas. Esto parece desagradable para los oÃdos de muchos. También hay quienes pretenden que Dios está expuesto a un gran reproche si se les atribuye tal poder, como si en su fastidio fueran mejores teólogos que Pablo, quien ha establecido esto como la regla de humildad para los fieles, que son admirar la soberanÃa de Dios y no estimarla por su propio juicio.
Pero reprime esta arrogancia de contender con Dios con una similitud muy adecuada, en la que parece haber aludido a IsaÃas 45:9, en lugar de a Jeremias 18:6; JeremÃas no nos enseña nada más, que Israel estaba en la mano del Señor, para que él, por sus pecados, pudiera romperlo en pedazos, como un alfarero en la vasija de barro. Pero IsaÃas asciende más alto, "¡Ay de él!", Dice, "que habla en contra de su creador"; es decir, la olla que compite con la primera de la arcilla; "¿La arcilla dirá a su anterior, qué haces?" etc. Y seguramente no hay razón para que un hombre mortal se piense mejor que un recipiente de tierra, cuando se compara con Dios. Sin embargo, no debemos ser demasiado particulares al aplicar este testimonio a nuestro tema actual, ya que Pablo solo pretendÃa aludir a las palabras del Profeta, para que la similitud tenga más peso. (305)
Entonces las palabras en Romanos 9:21 no se toman verbalmente de ninguno de los dos lugares mencionados anteriormente; pero se adopta el sÃmil. - Ed.
VersÃculo 21
21. ¿No tiene el trabajador de la arcilla? etc. La razón por la cual lo que se forma no debe lidiar con lo primero es que el primero no hace más que lo que tiene derecho a hacer. Por la palabra poder, no quiere decir que el creador tenga la fuerza para hacer de acuerdo con su voluntad, sino que este privilegio le pertenece de manera correcta y justa. Porque él no pretende reclamar para Dios ningún poder arbitrario sino lo que debe atribuirse justamente a él.
Y además, tenga esto en cuenta, que como el alfarero no quita nada de la arcilla, cualquiera que sea la forma que pueda darle; entonces Dios no le quita nada al hombre, en cualquier condición que pueda crearlo. Solo esto debe recordarse, que Dios está privado de una parte de su honor, excepto que se le conceda tal autoridad sobre los hombres como para constituirlo el árbitro de la vida y la muerte. (306)
"Las palabras," tendré misericordia de quien tendré misericordia ", implican que todos merecÃan ira; para que el trozo de arcilla en las manos del alfarero se refiera a los hombres que ya existen en el conocimiento previo de Dios como criaturas caÃdas ". - [Scott]
En todos los casos en que IsaÃas y JeremÃas usan esta metáfora, se aplica a los judÃos en su estado de degeneración, y muy puntualmente en IsaÃas 64:8: donde está precedida, en IsaÃas 64:6, por ese notable pasaje, "Todos somos como una cosa inmunda", etc. La arcilla entonces, o la masa, es la masa de la humanidad como corrupta y depravada. - Ed.
VersÃculo 22
22. ¿Y qué? no menos en la perdición de los reprobados que en la salvación de los elegidos. De hecho, no da una razón para la elección divina, a fin de asignar una causa por la cual este hombre es elegido y ese hombre rechazado; porque no se cumplió que las cosas contenidas en el consejo secreto de Dios fueran sometidas al juicio de los hombres; y, además, este misterio es inexplicable. Por lo tanto, nos impide examinar con curiosidad aquellas cosas que exceden la comprensión humana. Ãl todavÃa muestra que, en la medida en que la predestinación de Dios se manifiesta, parece perfectamente justa.
Las partÃculas, εἰ δὲ, utilizadas por Paul, supongo que significan ¿Y si? para que toda la oración sea una pregunta; y, por lo tanto, el sentido será más evidente: y aquà hay una elipsis, cuando debemos considerar esto como entendido: "¿Quién puede acusarlo de injusticia o acusarlo?" porque aquà no aparece nada más que el curso de justicia más perfecto. (307)
Pero si deseamos entender completamente a Pablo, casi cada palabra debe ser examinada. Luego argumenta asÃ: - Hay vasos preparados para la destrucción, es decir, entregados y destinados a la destrucción: también son vasos de ira, es decir, hechos y formados para este fin, para que puedan ser ejemplos de la venganza y el disgusto de Dios. . Si el Señor soporta pacientemente por un tiempo con estos, no destruyéndolos en el primer momento, sino aplazando el juicio preparado para ellos, y esto con el fin de exponer las decisiones de su severidad, para que otros puedan estar aterrorizados por ejemplos tan terribles, y también para dar a conocer su poder, para exhibir lo que los hace de varias maneras para servir; y, además, que la amplitud de su misericordia hacia los elegidos puede por lo tanto ser más plenamente conocida y brillar más intensamente; - ¿Qué hay digno de ser reprendido en esta dispensación? Pero que él no diga la razón, por qué son vasos destinados a la destrucción, no es de extrañar. De hecho, da por sentado, según lo que ya se ha dicho, que la razón está oculta en el secreto e inexplorable consejo de Dios; cuya justicia nos corresponde más que adorar que escudriñar.
Y ha mencionado los vasos, como instrumentos que comúnmente significan; porque todo lo que hacen todas las criaturas es, por asà decirlo, la ministración del poder divino. Por la mejor razón, entonces, somos nosotros, los fieles, llamados los vasos de la misericordia, a quienes el Señor usa como instrumentos para la manifestación de su misericordia; y los reprobados son los vasos de la ira, porque sirven para mostrar los juicios de Dios.
22. âDesde entonces, Dios quiso (o fue la voluntad de Dios) mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira, preparada para la destrucción;
23. Entonces él quiso dar a conocer las riquezas de su gloria hacia los vasos de misericordia, a quienes ha preparado para la gloria,
24. Incluso a nosotros, a quienes ha llamado no solo de los judÃos sino también de los gentiles â.
El verbo á¼ÏÏι, o ἦν, a menudo se entiende después de participios, especialmente en hebreo; y καὶ tiene el significado de "so" en algunos casos, Mateo 6:10; Hechos 7:51; Gálatas 1:9; y en algunos casos, como dice [Schleusner], sin estar precedido por ninguna partÃcula de comparación, como Mateo 12:26 y 1 Juan 2:27; pero εἰ; aquà se destaca algo en ese carácter.
El comienzo de Romanos 9:23 presenta una anomalÃa, si, con [Stuart] y otros, consideramos "dispuesto:" o voluntad para ser entendido, ya que es seguido en el verso anterior por un infinitivo, y aquà por un modo subjuntivo. Pero [Beza], [Grocio] y [Hammond] parecen considerar que el verbo âaguantadoâ está aquÃ, por asà decirlo, repetido, lo que le da el mismo significado al pasaje que el que le da [ Calvin] - Ed.
VersÃculo 23
23. Para que también pueda dar a conocer las riquezas de su gloria, etc. No dudo, pero las dos partÃculas καὶ ἵνα es un instancia de una construcción, donde la primera palabra se pone al final; (á½ÏÏεÏον ÏÏá½¹ÏεÏον) y que esta cláusula puede unirse mejor con la primera, lo he expresado, para que él también pueda dar a conocer, etc. (Ut notas quoque faceret, etc.) Es la segunda razón que manifiesta la gloria de Dios en la destrucción de los reprobados, porque la grandeza de la misericordia divina hacia los elegidos se da a conocer más claramente; porque ¿en qué se diferencian de ellos, excepto que el Señor los libra del mismo abismo de destrucción? y esto sin mérito propio, sino a través de su bondad gratuita. Entonces no puede ser, pero la infinita misericordia de Dios hacia los elegidos debe parecer cada vez más digna de alabanza, cuando vemos cuán miserables son todos los que escapan, no su ira.
La palabra gloria, que aquà se menciona dos veces, considero que se usó para la misericordia de Dios, una metonimia de efecto para la causa; porque su principal alabanza o gloria es en actos de bondad. Entonces, en Efesios 1:13, después de habernos enseñado, que hemos sido adoptados para la alabanza de la gloria de su gracia, agrega, que estamos sellados por el EspÃritu de promesa para la alabanza de su gloria, la palabra gracia queda fuera. Entonces deseaba mostrar que los elegidos son instrumentos o vasos a través de los cuales Dios ejerce su misericordia, para que a través de ellos pueda glorificar su nombre.
Aunque en la segunda cláusula él afirma más expresamente que es Dios quien prepara a los elegidos para la gloria, como simplemente habÃa dicho antes que los reprobados son vasos preparados para la destrucción; Sin embargo, no hay duda de que la preparación de ambos está relacionada con el consejo secreto de Dios. Pablo podrÃa haber dicho lo contrario, que los reprobados se rinden o se arrojan a la destrucción; pero él insinúa aquÃ, que antes de nacer están destinados a su suerte.
VersÃculo 24
24. A quién también llamó, etc. Por el razonamiento que hasta ahora ha seguido respecto a la libertad de elección divina, se siguen dos cosas, que la gracia de Dios no está tan limitado al pueblo judÃo que no fluye también a otras naciones, y se difunde por todo el mundo, y luego, que ni siquiera está tan atado a los judÃos que viene sin excepción a todos hijos de Abraham según la carne; porque si la elección de Dios se basa solo en su propio placer, donde quiera que su voluntad se convierta, allà existe su elección. Una vez establecida la elección, el camino ahora está preparado de una manera para que él proceda a esas cosas que él diseñó para decir respetando el llamado de los gentiles, y también respetando el rechazo de los judÃos; el primero de los cuales parecÃa extraño por su novedad, y el otro completamente impropio. Sin embargo, como el último tenÃa más para ofender, habla en primer lugar de lo que no le gustaba. Ãl dice entonces, que los vasos de la misericordia de Dios, a quienes selecciona para la gloria de su nombre, son tomados de cada pueblo, de los gentiles, no menos que de los judÃos.
Pero aunque en el pariente a quien Paul no observa completamente la regla de la gramática, (309) su objetivo era, al hacer una transición, separámonos que somos los vasos de la gloria de Dios, que han sido tomados en parte de los judÃos y en parte de los gentiles; y él prueba del llamado de Dios, que no hay diferencia entre las naciones hechas en las elecciones. Porque si descender de los gentiles no era obstáculo para que Dios no nos llamara, es evidente que los gentiles no deben ser excluidos del reino de Dios y del pacto de salvación eterna.
VersÃculo 25
25. Como dice en Oseas, (310) etc. Ahora demuestra que el El llamado de los gentiles no deberÃa haber sido considerado como algo nuevo, como lo habÃa testificado mucho antes la predicción del profeta. El significado es evidente; pero hay alguna dificultad en la aplicación de este testimonio; porque nadie puede negar que el profeta en ese pasaje habla de los israelitas. Porque el Señor, habiéndose ofendido con su maldad, declaró que ya no deberÃan ser su pueblo: luego se unió a un consuelo y dijo que de los que no eran amados harÃa algunos amados, y de los que no eran personas que él harÃa un pueblo. Pero Pablo aplica a los gentiles lo que expresamente les fue dicho a los israelitas.
Los que hasta ahora han tenido más éxito en desatar este nudo han supuesto que Pablo tenÃa la intención de adoptar este tipo de razonamiento: "Lo que puede parecer un obstáculo para que los gentiles se conviertan en participantes de la salvación también existÃa en cuanto a la nación judÃa: como entonces Dios recibió antes en favor a los judÃos, a quienes habÃa desechado y exterminado, asà que ahora también ejerce la misma amabilidad hacia los gentiles ". Pero como esta interpretación, aunque puede ser apoyada, me parece algo tensa, dejemos que los lectores consideren esto: si no serÃa una opinión más adecuada considerar el consuelo dado por el profeta, como estaba previsto, no solo para los judÃos, pero también para los gentiles: porque no era una cosa nueva o inusual con los profetas, después de haber pronunciado sobre los judÃos la venganza de Dios a causa de sus pecados, volverse al reino de Cristo, que era para ser propagado por todo el mundo. Y esto hicieron, no sin razón; porque como los judÃos provocaron tanto la ira de Dios por sus pecados, que merecieron ser rechazados por él, no quedó ninguna esperanza de salvación, excepto que se volvieron a Cristo, a través del cual el pacto de gracia debÃa ser restaurado: y como se basaba en él, por lo que se renovó, cuando se interpuso. Y sin duda, como Cristo fue el único refugio en las grandes extremidades, no se pudo haber brindado ningún consuelo sólido a los miserables pecadores, y tal como vio la ira de Dios inminente sobre ellos, excepto al poner a Cristo ante sus ojos, era habitual con los profetas, como Les hemos recordado, después de haber humillado a la gente al pronunciar sobre ellos la venganza divina, llamar su atención a Cristo, como el único verdadero asilo de los desesperados. Y donde se erige el reino de Cristo, también se levanta esa Jerusalén celestial, en la que se reúnen ciudadanos de todas partes del mundo. Y esto es lo que se incluye principalmente en la profecÃa actual: porque cuando los judÃos fueron desterrados de la familia de Dios, se los redujo a una clase común y se pusieron al nivel de los gentiles. Una vez quitada la diferencia, la misericordia de Dios ahora se extiende indiscriminadamente a todos los gentiles. Por lo tanto, vemos que la predicción del profeta se aplica adecuadamente al tema actual; en el que Dios declara que, después de haber igualado a los judÃos y a los gentiles, reunirÃa una Iglesia para él de los extraterrestres, para que los que no eran un pueblo comenzaran a serlo.
VersÃculo 26
26. ] Los llamaré mi pueblo que no es un pueblo Esto se dice con respecto al divorcio, que Dios ya habÃa hecho con el pueblo, privando de toda honra, para que no sobresalgan de otras naciones. Aunque ellos de hecho, a quienes Dios en su eterno consejo se ha destinado como hijos para sà mismo, son perpetuamente sus hijos, sin embargo, la Escritura en muchas partes no cuenta como hijos de Dios, sino aquellos cuya elección ha sido probada por su llamado: y por eso enseña No debemos juzgar, mucho menos decidir, respetar la elección de Dios, excepto en la medida en que se manifieste por sus propias evidencias. AsÃ, Pablo, después de haber mostrado a los efesios que su elección y adopción habÃan sido determinadas por Dios antes de la creación del mundo, poco después declara, que una vez fueron alienados de Dios, ( Efesios 2:12,) es decir, durante ese tiempo cuando el Señor no habÃa manifestado su amor hacia ellos; aunque los habÃa abrazado en su eterna misericordia. Por lo tanto, en este pasaje, se dice que no son amados, a quienes Dios declara ira en lugar de amor: porque hasta que la adopción reconcilie a los hombres con Dios, sabemos que su ira permanece sobre ellos.
El género femenino del participio depende del contexto del profeta; porque él habÃa dicho que le habÃa nacido una hija, a quien le dio este nombre, No amada, para que la gente supiera que Dios la odiaba. Ahora, como el rechazo fue la razón del odio, el comienzo del amor, como lo enseña el profeta, es cuando Dios adopta a los que habÃan sido extraños por un tiempo. (311)
En Romanos 9:26, las palabras se toman de Oseas 1:10 y no son textuales ni del hebreo ni de la Septuaginta, pero la diferencia es muy pequeña. - Ed.
VersÃculo 27
27. E IsaÃas exclama, etc. Ahora pasa a la segunda parte, con la que no estaba dispuesto a comenzar, para no exasperar demasiado sus mentes. Y no es sin un ingenio ingenioso, que aduce a IsaÃas como exclamando, no hablando, para poder atraer más atención. Pero las palabras del Profeta evidentemente tenÃan la intención de evitar que los judÃos se glorificaran demasiado en la carne: porque era algo terrible de ser escuchado, que de una multitud tan grande, un pequeño número solo obtendrÃa la salvación. Aunque el Profeta, después de haber descrito la devastación del pueblo, para que los fieles no piensen que el pacto de Dios fue completamente abolido, les dio alguna esperanza de favor; sin embargo, lo limitó a unos pocos. Pero como el Profeta predijo de su propio tiempo, veamos cómo pudo Pablo aplicar esto correctamente a su propósito. Debe ser en este sentido: cuando el Señor decidió liberar a su pueblo del cautiverio babilónico, su propósito era que este beneficio de la liberación solo llegara a unos pocos de esa vasta multitud; que podrÃa haberse dicho que era el remanente de esa destrucción, en comparación con la gran cantidad que sufrió al perecer en el exilio. Ahora esa restauración temporal era tÃpica de la renovación real de la Iglesia de Dios; sÃ, fue solo su comienzo. Por lo tanto, lo que sucedió entonces es que ahora se cumplirá de manera mucho más completa como el progreso mismo y la finalización de esa liberación.
VersÃculo 28
28. Para terminar y acortar el asunto, etc. (312) Omitir varios interpretaciones, declararé lo que me parece ser el verdadero significado: el Señor acortará tanto y cortará a su pueblo, para que el residuo pueda parecer como un consumo, es decir, puede tener la apariencia y el vestigio de Una gran ruina. Sin embargo, los pocos que quedarán del consumo serán una prueba de la obra de la justicia de Dios o, lo que prefiero, servirán para testificar la justicia de Dios en todo el mundo. Como la palabra a menudo en las Escrituras significa algo, la palabra consumada se usa para el consumo. Muchos intérpretes se han equivocado mucho, y han intentado filosofar con demasiado refinamiento; porque han imaginado que la doctrina del evangelio se llama asÃ, porque es, cuando las ceremonias se cortan, un breve compendio de la ley; aunque la palabra significa, por el contrario, un consumo. (313) Y no solo aquà hay un error cometido por el traductor, sino también en IsaÃas 10:22; IsaÃas 28:22; y en Ezequiel 11:13; donde se dice: "¡Ah! ah! ¡Señor Dios! ¿quieres completar el remanente de Israel? Pero los Profetas querÃan decir: "¿Destruirás al remanente con la destrucción total?" Y esto ha sucedido a través de la ambigüedad de la palabra hebrea. Como la palabra, ×××, cale, significa terminar y perfeccionar, asà como consumir, esta diferencia no se ha observado suficientemente de acuerdo con los pasajes en los que ocurre.
Pero IsaÃas no ha adoptado en esta instancia una sola palabra, sino que ha escrito dos palabras, consumo y terminación, o corte; de modo que la afectación del hebraÃsmo en el traductor griego fue singularmente irrazonable; ¿para qué propósito implicaba una oración, en sà misma clara, en un lenguaje oscuro y figurado? Se puede agregar más, que IsaÃas habla aquà hiperbólicamente; porque por consumo quiere decir disminución, como suele ocurrir después de una masacre notable.
Una destrucción, pronto ejecutada, ¿ se desbordará en rectitud; Por completo y pronto ejecutado será; El Señor, Jehová de los ejércitos, lo hará it, en medio de toda la tierra.
La palabra traducida arriba "pronto ejecutado" significa literalmente, abreviada o cortada, lo que significa la ejecución rápida de una cosa o trabajo. "Se desbordará en justicia", las importaciones, "se desbordarán justa o merecidamente". - Ed.
VersÃculo 29
29. Y como IsaÃas habÃa dicho antes, etc. (314) Ãl trae otro testimonio desde el primer capÃtulo, donde el Profeta deplora la devastación de Israel en su tiempo: y como esto habÃa sucedido una vez, no era algo nuevo. El pueblo de Israel no tenÃa preeminencia, excepto lo que habÃan derivado de sus antepasados; quienes aún habÃan sido tratados de tal manera, que el Profeta se quejó de que habÃan sido tan afectados, que no estaban lejos de haber sido destruidos, como lo habÃan estado Sodoma y Gomorra. Hubo, sin embargo, esta diferencia, que unos pocos fueron preservados para una semilla, para levantar el nombre, para que no perezcan por completo, y sean enviados al olvido eterno. Porque le correspondÃa a Dios tener siempre presente su promesa, para manifestar su misericordia en medio de los juicios más severos.
Pablo ha dado "Sabaoth" de la Septuaginta, que es el hebreo sin traducir. Esta palabra, en conexión con Dios, está representada de diversas maneras por la Septuaginta: en su mayor parte en IsaÃas, y en algunos otros lugares, se encuentra sin traducir como aquÃ; pero en los Salmos y en otros libros, a menudo se traduce Ïῶν Î´Ï Î½Î±Î¼á½³Ïν, es decir, Jehová o Señor "de los poderes", y con frecuencia ÏανÏοκÏá½±ÏÏÏ, "omnipotente; âY, a veces, á½ á¼Î³Î¹Î¿Ï " el santo ". Pero nuestra versión, "Jehová" o "Señor de los ejércitos", es la interpretación adecuada. Significa los anfitriones de criaturas animadas e inanimadas; de hecho, todo el universo, todas las cosas creadas; pero, según el contexto, a menudo se refiere especÃficamente a cosas materiales, o cosas inmateriales. - Ed.
VersÃculo 30
30. Qué, etc. Para que él pueda aislarse de los judÃos cada ocasión de murmurar contra Dios, ahora comienza a mostrar esas causas, que pueden ser comprendidas por las mentes humanas, por qué la nación judÃa habÃa sido rechazada. Pero hacen lo que es absurdo e invierten todo orden, quienes se esfuerzan por asignar y establecer causas por encima de la predestinación secreta de Dios, que él nos ha enseñado previamente como la primera causa. Pero como esto es superior a todas las demás causas, la corrupción y la maldad de los impÃos brindan una razón y una ocasión para los juicios de Dios: y mientras estaba ocupado en un punto difÃcil, introdujo una pregunta y, como si él estaban en duda, preguntaron qué se podrÃa decir sobre el tema.
Que los gentiles que no persiguieron, etc. Nada parecÃa más irracional, o menos apropiado, que los gentiles, quienes, sin preocuparse por la justicia, se enrollaron en la lujuria de su carne, deberÃan ser llamados a participar de la salvación, y para obtener justicia; y que, por otro lado, los judÃos, que trabajaban asiduamente en las obras de la ley, deberÃan ser excluidos de la recompensa de la justicia. Pablo presenta esto, que fue una paradoja tan singular, de tal manera, que al agregar una razón suaviza cualquier aspereza que pueda haber en ella; porque él dice que la justicia que alcanzaron los gentiles fue por fe; y que por lo tanto depende de la misericordia del Señor, y no de la propia dignidad del hombre; y que un celo por la ley, por el cual los judÃos fueron accionados, era absurdo; porque buscaban ser justificados por las obras, y asà trabajaban por lo que ningún hombre podÃa lograr; y aún más, tropezaron con Cristo, a través del cual solo un camino está abierto para el logro de la justicia.
Pero en la primera cláusula, el objetivo del apóstol era exaltar solo la gracia de Dios, que no se pudiera buscar ninguna otra razón en el llamado de los gentiles sino esta, que se dignó abrazarlos cuando no merecÃa su favor.
Ãl habla expresamente de la justicia, sin la cual no puede haber salvación: pero al decir que la justicia de los gentiles procede de la fe, insinúa que se basó en una reconciliación gratuita; porque si alguien imagina que ellos fueron justificados, porque por fe obtuvieron el EspÃritu de regeneración, él se aleja del significado de Pablo; no habrÃa sido verdad que hubieran logrado lo que no buscaban, excepto que Dios los habÃa abrazado libremente mientras se extraviaban y errantes, y les habÃa ofrecido justicia, por lo cual, siendo desconocidos, no podÃan haber deseado. También debe observarse que los gentiles no podrÃan haber obtenido la justicia por la fe, a menos que Dios hubiera anticipado su fe por su gracia; porque lo siguieron cuando primero por fe aspiraban a la justicia; y entonces la fe misma es una parte de su favor.
VersÃculo 31
31. Pero Israel, persiguiendo, etc. porque al salir corriendo, se cansaron en vano. Pero, en primer lugar, me parece que la ley de justicia es aquà una instancia de transposición, y significa la justicia de la ley; (315) y luego, cuando se repite en la segunda cláusula, debe tomarse en otro sentido, ya que significa el modelo o la regla de justicia.
El significado entonces es: "Que Israel, dependiendo de la justicia de la ley, incluso lo que está prescrito en la ley, no entendió el verdadero método de justificación". Pero hay un contraste sorprendente en la expresión, cuando nos enseña que la justicia legal fue la causa de que se hubieran alejado de la ley de justicia.
Lo que sigue a la pregunta en el siguiente verso está más conectado con Romanos 9:30 que con Romanos 9:31; y debemos considerar que la palabra justicia, y no ley, se refiere por "eso" después del verbo "perseguir", que evidentemente debe entenderse antes de las palabras, "no por fe", etc., como la oración es claramente elÃptico.
El verbo διώκÏ, traducido â sector â por [Calvin], significa estrictamente perseguir lo que huye de nosotros, ya sea una bestia salvaje o un enemigo; significa también seguir a un lÃder, y correr una carrera, y más aún, desear, atender o buscar seriamente una cosa: y en este último sentido, Pablo la usa a menudo. Ver Romanos 12:13. Similar es la aplicación del verbo correspondiente, ר××£ en hebreo. Ver Deuteronomio 16:20 " Quaero - buscar," es la palabra adoptada por [Grotius]
Pero [Pareus] y [Hammond] consideran que aquà hay tres términos agonistas , διώκÏν καÏέλαβε, y á¼ÏθαÏε. El primero significa la ejecución; el tercero, el alcance de la meta; y el segundo, la imposición del premio: y con esto corresponde el tropiezo mencionado más adelante. Los gentiles no corrieron en absoluto, pero los judÃos sà lo hicieron, y al correr, tropezaron; mientras que los gentiles alcanzaron la meta, no corriendo o por sus propios esfuerzos, sino por fe, y se aferraron al premio de la justicia. - Ed.
VersÃculo 32
32. No por fe, sino por obras, etc. Como el celo falso parece comúnmente justificado, Pablo muestra que son rechazados merecidamente, quienes intentan alcanzar la salvación confiando en sus propias obras; porque ellos, en la medida de lo posible, abolieron la fe, sin la cual no se puede esperar salvación. Por lo tanto, si ganaran su objeto, tal éxito serÃa la aniquilación de la verdadera justicia. Más adelante se ve cómo se contrastan la fe y los méritos de las obras, ya que las cosas son totalmente contrarias. Como la confianza en las obras es el obstáculo principal, por el cual nuestra forma de obtener justicia se cierra, es necesario que renunciemos por completo para que podamos depender solo de la bondad de Dios. Este ejemplo de los judÃos deberÃa aterrorizar a todos aquellos que se esfuerzan por obtener el reino de Dios por obras. Tampoco comprende por las obras de la ley, las observancias ceremoniales, como se ha demostrado antes, sino los méritos de aquellas obras a las que se opone la fe, que parece, como puedo decir, con ambos ojos solo en la misericordia de Dios. , sin echar una mirada a ningún valor propio.
Porque han tropezado con la piedra, etc. Ãl confirma por una fuerte razón la oración anterior. De hecho, no hay nada más inconsistente que el hecho de que deberÃan obtener la justicia que se esfuerzan por destruirla. Cristo nos ha sido dado por justicia, cualquiera que le impida a Dios la justicia de las obras, intenta robarle su propio cargo. Y, por lo tanto, parece que cada vez que los hombres, bajo el pretexto vacÃo de ser celosos de la justicia, confÃan en sus obras, lo hacen en su furiosa locura y continúan la guerra con Dios mismo.
Pero cómo se tropiezan con Cristo, que confÃa en sus obras, no es difÃcil de entender; porque excepto que somos dueños de nosotros mismos para ser pecadores, vacÃos y desposeÃdos de cualquier justicia propia, oscurecemos la dignidad de Cristo, que consiste en esto, que para nosotros todo lo que él es es luz, vida, resurrección, justicia y sanidad. Pero, ¿cómo es él todas estas cosas, excepto que ilumina a los ciegos, restaura a los perdidos, aviva a los muertos, resucita a los que están reducidos a nada, limpia a los que están llenos de suciedad, cura y cura a los infectados con enfermedades? No, cuando reclamamos para nosotros cualquier justicia que de alguna manera contendemos con el poder de Cristo; porque su oficio no es menos para vencer a todo el orgullo de la carne, que para aliviar y consolar a aquellos que trabajan y están cansados ââbajo su carga.
La cita se hace correctamente; porque Dios en ese pasaje declara que él serÃa para el pueblo de Judá y de Israel por una roca de ofensa, en la cual deberÃan tropezar y caer. Como Cristo es ese Dios que habló por los Profetas, no es de extrañar que esto también se cumpla en él. Y al llamar a Cristo la piedra del tropiezo, nos recuerda que no debe preguntarse si no progresaron en el camino de la justicia, quienes a través de su obstinada terquedad tropezaron con la roca de la ofensa, cuando Dios les mostró el de manera tan clara. (316) Pero debemos observar que este tropiezo no pertenece adecuadamente a Cristo visto en sà mismo; pero, por el contrario, es lo que sucede a través de la maldad de los hombres, de acuerdo con lo que sigue inmediatamente.
VersÃculo 33
33. Y todo el que crea en él no se avergonzará. Ãl une este testimonio de otra parte para el consuelo de los santos; como si hubiera dicho: âDebido a que a Cristo se le llama la piedra del tropiezo, no hay razón para que debamos temerle o tener miedo en lugar de confianza; porque es designado para la ruina de los incrédulos, pero para la vida y la resurrección de los piadosos ". Como entonces la profecÃa anterior, sobre el tropiezo y la ofensa, se cumple en los rebeldes e incrédulos, también hay otra que está destinada a los piadosos, y es que él es una piedra firme, preciosa, una piedra angular, la mayorÃa firmemente fijado, y quien construya sobre él nunca caerá. Al poner no se avergonzará en lugar de no apresurarse ni caerse, ha seguido al traductor griego. De hecho, es cierto que el Señor en ese pasaje tenÃa la intención de fortalecer la esperanza de Su pueblo: y cuando el Señor nos pide que tengamos una buena esperanza, se deduce que no podemos avergonzarnos. (317) Vea un pasaje como este en 1 Pedro 2:10
Con respecto a la última cláusula, Paul ha seguido la Septuaginta, "no se avergonzará". Pero la palabra hebrea, traducida en nuestra versión "no se apresurará", tendrá un significado similar, y puede traducirse, no se apurará ni se confundirá. - Ed.